Estrenamos 2023 y las miradas se fijan, inexorablemente, en las urnas.
Con el aperitivo de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y las generales para finales de noviembre o principios de diciembre, es un momento ideal para refrescar ideas y recordar los ‘hitos’ del Gobierno Sánchez.
En especial, es momento de sacar la videoteca y rememorar cómo el inquilino de La Moncloa mintió descaradamente a los españoles en las elecciones de 2019, sobre todo cuando hubo que volver a las urnas tras el fiasco del 28 de abril donde el candidato del PSOE ganó, pero sin posibilidad de que la aritmética le diese para volver a ser investido presidente del Gobierno.
El socialista, a quien quisiese escucharle en septiembre de 2019, es decir Carlos Franganillo en TVE o Antonio García Ferreras en laSexta, aseguró por activa y por pasiva que él jamás hubiese podido conciliar el sueño de tener que pactar para ser presidente del Gobierno con podemitas, nacionalistas, golpistas y filoetarras.
La cuestión es que la hemeroteca mata y remata el relato de ‘Falconetti’. Basta con remitirse a los hechos y compararlos con las palabras para darse cuenta de que la palabra de Sánchez vale menos que un euro de madera.
De traerse preso a Puigdemont a soltar a todos los golpistas
Noviembre de 2019, a poco de celebrarse las elecciones del 10-N. Pedro Sánchez es entrevistado en Radio Nacional y ahí presume de que va a traerse a España al prófugo Carles Puigdemont como si él fuese la propia Justicia. Cuando el periodista le pregunta que cómo lo va a hacer y si no hay que dejar que sean las instancias judiciales las que deban hacer esa labor, el socialcomunista, en plan chuleta, respondió aquella frase para el mármol: “¿de quién depende la Fiscalía, de quién? Pues eso”.
Lo curioso del caso es que antes de que se cumpliesen dos años de esas palabras, Sánchez indultó a todos los presos del procès, derogó el delito de sedición, rebajó la malversación y ahora la duda que queda latente es si se resistirá a cristalizar la última exigencia de los golpistas, el referéndum de independencia.
De negar a EH Bildu a entregarse a los proetarras
Y no solo en 2019 se negaba a pactos con la banda de Otegi. Es que en 2015, en una entrevista con la televisión de Navarra, aseguraba que podía repetir hasta en 20 veces que él jamás pactaría con EH Bildu.
Españoles, es muy buen momento para recordar vídeos de esta índole. ¿Se acuerdan cuando Pedro Sánchez dijo en plan chulángano que no iba a pactar con EH Bildu? pic.twitter.com/uKTwSRtTYT
— Juan Alonso Velarde (@juanvelarde72) December 30, 2022
Los hechos dieron la razón a quienes pensaban que el inquilino de La Moncloa mentía. Sánchez no tuvo escrúpulos en apoyarse en los proetarras para conseguir, primero, la presidencia de la Comunidad Foral de Navarra para la socialista María Chivite y después, ya investido en 2020 como presidente del Gobierno de España para que los bilduetarras le aprobaran la derogación de la reforma laboral, la ley de memoria democrática o los presupuestos generales del Estado a cambio, eso sí, de conseguir el acercamiento de los presos de ETA a cárceles del País Vasco.
De despolitizar la Justicia a manosear los órganos judiciales
Otro de los mantras de Pedro Sánchez antes de llegar al poder y durante los primeros meses de Gobierno fue prometer la despolitización de la política.
El presidente del Ejecutivo socialcomunista aseguraba que si algo le restaba votos al PSOE era, precisamente, esa posibilidad de designar a personas para los diferentes puestos de responsabilidad en el ámbito judicial.
Sin embargo, poco a poco fue mutando su criterio.
Y viendo la deriva de los últimos meses, queda claro que la intención de Sánchez no era otra que la de forzar la maquinaria para colocar a quien fuera en el Tribunal Constitucional, incluso hasta provocando una votación en el Congreso de los Diputados para rebajar las mayorías a la hora de la elección de miembros (algo que posteriormente el propio TC impidió que se refrendase en el Senado).