A cuenta nuestra, porque estos progres tiran del dinero público como si no hubiera mañana, el Ministerio de Igualdad lanza un vídeo destinado a adoctrinar a la ciudadanía sobre las distintas maneras de practicar el sexo, como si los españoles hubiéramos tenido que esperar a que llegaran Irene Montero y su ‘Banda de la Tarta’ para descubrir que en el personal anda caliente y en el mundo se fornica.
El bodrio, que parece la versión socialcomunista del consultorio de Elena Francis, arranca sentenciando que ‘de esto no se habla’, pero les juro que lo del follar forma parte de la vida cotidiana, de las charlas y las obsesiones de los españoles desde mucho antes de que Viriato se levantase en armas contra los romanos.
Ignoro en qué burbuja vive esta chusma, dónde se han criado y con que compañías han andado, pero esa manía de descubrir el Mediterráneo cada dos días y la fórmula del huevo frito cada tres, me carga bastante.
Esta feo ponerse como ejemplo, pero les confieso que si el tiempo que dediqué en mi adolescencia a darle vueltas al tema lo hubiera empleado en estudiar, sería Premio Nobel.
Y como yo, el resto de mi generación, las anteriores y siguientes, aunque estos cenutrios piensen que son ellos los que han inventado el asunto y se arroguen la misión de abrirnos los ojos.
Lo del sexo es más simple que el mecanismo de un chupete.
El caso es tener salud, porque las ganas vienen solas.
Después hay gustos, matices, variedades y perversiones, pero empecinarse en retorcer enfermizamente la cuestión y convertirla en programa político, deja patente que son una panda de reprimidos, unos frustrados y carne de psicólogo. O de psiquiatra.
Algo falla en la cabeza de este gente. Y no sólo faltan tornillos en en el ala podemita del Gobierno Frankenstein, porque todo se pega menos la hermosura.
No se si saben que una de las prioridades que se acaba de fijar el ministro Marlaska es instruir a los agentes sobre lo que él y sus compinches de gabinete entienden que son los nuevos géneros y orientaciones sexuales.
Han modificado el temario de las oposiciones y a partir de ahora, un aspirante a miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad no conseguirá plaza si no domina la ‘nomenclatura’.
Décadas persiguiendo a delincuentes para que ahora venga el subalterno de Sánchez a enseñar a nuestros Policías Nacionales que no se puede hacer cumplir la ley sin conocer lo que significa ser ‘antrosexual’, ‘homorromántico’, ‘grisexual’, ‘panromántico’, ‘birromántico’, ‘pangénero’ o ‘escoliosexual’.
¡Acojonante!
