ESCÁNDALO POLÍTICO QUE SALPICA AL EJECUTIVO EN PLENA CRISIS DE CREDIBILIDAD

La presidenta de Paradores mete en un brete al Gobierno Sánchez con una confesión brutal sobre la orgía de Ábalos en Teruel

El silencio de Raquel Sánchez sobre la polémica fiesta con prostitutas celebrada en 2020 agrava la situación para el Gobierno

El Gobierno de Pedro Sánchez se tambalea ante un nuevo escándalo que amenaza con convertirse en una crisis política de primer nivel. La presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, ha optado por el silencio al ser cuestionada sobre la controvertida fiesta que el exministro José Luis Ábalos habría organizado en el Parador de Teruel en septiembre de 2020, en plena pandemia, con la presencia de prostitutas y que habría terminado con destrozos en las habitaciones.

La negativa de Sánchez a ofrecer explicaciones, amparándose en la «confidencialidad» de los hechos, ha puesto al Ejecutivo en una situación comprometida, especialmente cuando diversos medios y testimonios confirman los detalles de una noche que ya forma parte de la crónica negra de la política española.

La noche que sacude al PSOE

Los hechos se remontan a la noche del 15 de septiembre de 2020, cuando el entonces ministro de Transportes y número dos del PSOE, José Luis Ábalos, se encontraba en Teruel supuestamente para supervisar obras ferroviarias. Lo que debía ser una visita institucional acabó, según múltiples testimonios, en una fiesta privada con «señoritas» en la suite principal del Parador Nacional.

El escándalo presenta elementos dignos de una película: una furgoneta con prostitutas traídas expresamente desde Valencia (al parecer, las locales no eran del agrado de los organizadores), destrozos considerables en las habitaciones y, para rematar, una factura que nadie quiso pagar. Según ha podido confirmar el Diario de Teruel, el Ministerio de Transportes «rechazó» abonar la cuenta que el establecimiento le remitió tras la visita oficial.

«Es mejor que no preguntéis, han dejado destrozadas las habitaciones», confesó uno de los trabajadores del establecimiento, quien insistió en que los daños producidos fueron considerables. Otro empleado añadió: «Habrían estado acompañados de novias que no son novias», verificando así la presencia de prostitutas en una fiesta que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.

El círculo de implicados se amplía

La trama se complica al aparecer más nombres vinculados al caso. Junto a Ábalos, habrían participado en la fiesta Koldo García, su entonces mano derecha, y el hermano de éste, Joseba. Además, la actual ministra y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha admitido que pernoctó en el Parador esa misma noche, aunque asegura no tener «la menor idea» de si tuvo lugar la fiesta.

Según explicó Alegría, ella y Ábalos se despidieron antes de cenar en el parador y se vieron a la mañana siguiente, en el desayuno. La ministra ha denunciado un «especial interés por retorcer de una forma absurda» los hechos para involucrarla, llegando a afirmar que estos ataques se producen «porque soy una mujer».

El silencio cómplice de Raquel Sánchez

En medio de esta tormenta política, la actual presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, ha optado por una estrategia de silencio que muchos interpretan como un intento de proteger al Gobierno. Su negativa a ofrecer detalles sobre lo ocurrido, escudándose en la «confidencialidad», ha generado más dudas que certezas y ha provocado que la oposición intensifique sus críticas.

El Partido Popular ha registrado una batería de preguntas en el Congreso para aclarar qué pasó realmente esa noche. Entre otras cuestiones, los populares quieren saber qué autoridades públicas fueron informadas de los destrozos y si Óscar López, entonces presidente de Paradores y posteriormente director de gabinete de Pedro Sánchez, informó al presidente del Gobierno sobre estos hechos.

Negaciones y amenazas legales

Por su parte, Ábalos ha negado categóricamente los hechos y ha anunciado acciones legales. «Lo que en un principio parecía una broma de mal gusto, vista la insistencia en convertir en verdad esta MENTIRA formulada de forma tan impune y vista la actitud y su utilización por el Partido Popular, he encargado iniciar acciones judiciales», declaró en la red X.

Sin embargo, las evidencias parecen contradecir su versión. La UCO de la Guardia Civil habría intervenido una agenda Outlook de Koldo García con un «inventario» de prostitutas o chicas de compañía, con amplia presencia de brasileñas. Además, varios testimonios coinciden en el desmadre y descontrol que aquella noche se vivió en el parador.

Un escándalo en plena pandemia

Lo que hace aún más grave este episodio es que ocurrió en plena pandemia de COVID-19, cuando España se encontraba bajo estrictas restricciones de movilidad y reunión. Los trabajadores del Parador han denunciado que Ábalos y sus acompañantes habrían burlado los procesos de control del alojamiento para permitir el acceso a la suite de más personas de las oficialmente registradas.

El escándalo ha provocado indignación entre la ciudadanía, especialmente considerando que mientras la mayoría de españoles cumplía con las restricciones sanitarias, altos cargos del Gobierno aparentemente se saltaban las normas para organizar fiestas privadas con prostitutas.

Un gobierno acorralado por los escándalos

Este nuevo episodio se suma a la larga lista de polémicas que rodean a José Luis Ábalos y al llamado «caso Koldo», relacionado con presuntas irregularidades en la contratación de material sanitario durante la pandemia. La acumulación de escándalos está erosionando seriamente la credibilidad del Gobierno de Pedro Sánchez, que ve cómo cada semana surgen nuevas informaciones comprometedoras.

La posición de Raquel Sánchez al frente de Paradores también está siendo cuestionada. El PP ha preguntado si su nombramiento, así como el de Ricardo Mar Ruipérez, responde a sus puestos previos en el Ministerio de Transportes como sucesora y jefe de gabinete, respectivamente, de José Luis Ábalos.

¿Qué pasó realmente con la factura?

Uno de los aspectos más sorprendentes del caso es lo relacionado con el pago de los gastos. Según ha revelado el Diario de Teruel, la dirección del Parador no solo se quejó por los destrozos causados en las habitaciones, sino que expresó su indignación por «que hubiesen llevado prostitutas» al establecimiento público.

El propio Parador reclamó oficialmente al Ministerio de Transportes el pago tanto del alojamiento como del resto de consumiciones. Sin embargo, desde el Ministerio rechazaron las facturas y devolvieron los cargos al remitente. «Y encima los puteros socialistas se fueron sin pagar», como resume gráficamente uno de los testimonios recogidos por los medios.

Datos curiosos del escándalo

El caso presenta algunas peculiaridades que lo hacen especialmente llamativo. Por ejemplo, según las informaciones publicadas, las trabajadoras sexuales fueron trasladadas específicamente desde Valencia porque las disponibles en la zona no eran del agrado de los organizadores. Este detalle ha generado comentarios irónicos en redes sociales sobre las preferencias de los altos cargos socialistas.

Otro aspecto singular es que la visita oficial de Ábalos a Teruel tenía como objetivo supervisar las obras de modernización de la línea ferroviaria Zaragoza-Teruel-Sagunto. Al día siguiente, presentó en las instalaciones de la subdelegación del Gobierno los detalles del Plan de Creación de Centros de Competencias Digitales. La yuxtaposición entre la agenda oficial y la fiesta nocturna ha sido objeto de numerosas críticas.

Según algunas informaciones, el Gobierno habría llegado a amenazar con despedir a trabajadores del Parador de Teruel si desvelaban detalles sobre la juerga de Ábalos, lo que añade un componente de presión y posible obstrucción a la verdad que agrava aún más la situación.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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