UNA RUEDA DE PRENSA SIN PERIODISTAS, SIN PREGUNTAS Y MINTIENDO EN LA INFORMACIÓN APORTADA

Sánchez es tan mentiroso que ya se engaña a sí mismo: una imagen vale más que mil palabras

"En plasma, al estilo ‘Aló Presidente’, no vaya a ser que le vayan a preguntar por su hermano, por la corrupción de su partido y su gobierno, por Ábalos, por Santos Cerdán..."

Pedro Sánchez ya es ‘nivel Dios‘ en esto de decir mentiras como quien se bebe un vaso de agua.

El presidente del Gobierno socialcomunista no tiene empacho alguno en soltar trolas como un bellaco.

En la tarde del 22 de junio de 2025, quienes a esas horas estuviesen escuchando cualquier emisora generalista, se verían sobresaltados por un avance informativo.

El jefe del Ejecutivo comparecía ante los medios de comunicación para ofrecer una información de alcance.

Quien más y quien menos se pensó que era una dimisión o una disolución de las Cortes e ir a elecciones generales a consecuencia del ‘caso PSOE‘.

Pero nada más lejos de la realidad.

Pedro Sánchez compareció para dar cuenta del acuerdo alcanzado con la OTAN para que España solo tuviese que aportar un 2,1% del PIB en materia de defensa y no el 5% que reclama Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de América.

Sin embargo, más allá de que el propio mandatario socialista mintió, porque en la propia carta no se habla de esa cantidad, sino que se le da un plazo a España para que articule los mecanismos que la permitan llegar a ese 5%, hubo otro momento que no pasó desapercibido.

Y es que el inquilino de La Moncloa está tan acostumbrado a mentir que ya hasta buscó engañarse a sí mismo.

Quien no viese las imágenes, se creería que la sala de prensa del palacio presidencial estaría abarrotada de medios de comunicación para seguir la comparecencia.

Nada más lejos de la realidad.

A pesar de que Sánchez dio las gracias a los medios por seguir su declaración institucional, lo cierto es que la sala de prensa de la sede del Gobierno estaba completamente vacía. Ni uno solo periodista estuvo en la comparecencia y, por supuesto, tampoco hubo preguntas.

Pedro Sánchez lo único que hizo fue marcarse una chapa a mayor gloria de sí mismo y, de paso, hasta se permitió el lujo de ser prepotente con el líder de la oposición, el popular Alberto Núñez Feijóo.

Las redes se hicieron lenguas de esa comparecencia de Sánchez consigo mismo:

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