Los piratas presionaron sobre sus dos compañeros y recurrieron a la amenazas y las llamadas a las familias para que hicieran «ruido»
El Gobierno se ha colgado la medalla de la liberación del Alakrana ocultando que ha bailado al compás que le marcaban unos bandidos con kalashnikov absolutamente seguros de sus pasos y de sus posibilidades. Tal es así que uno de los piratas desvela que «mentimos para presionar al Gobierno, nunca bajamos a nadie a tierra». El CNI, el JEMAD y la Armada picaron el anzuelo.
A toro pasado, Miguel Ángel Moratinos ha confirmado esta información: «Sabíamos que es una táctica habitual de los piratas». O sea, que sabían que mentían. Lo cual deja un interrogante en el aire: ¿Por qué las familias no estaban al tanto de esta situación? ¿Por qué Chacón no lo desmintió al instante y salió a decir que el Gobierno conocía ‘exactamente dónde están’ los tres tripulantes del pesquero ‘Alakrana’ y que ‘estában bien’?
El portavoz de los piratas, llamado Jama, cuenta chuleándose los entresijos del secuestro en ABC -«Mentimos para presionar al Gobierno, nunca bajamos a nadie a tierra»-:
LA CIFRA DEL RESCATE
- Tacha de «mentira» la cifra que manejan algunas fuentes de cuatro millones de dólares (2,6 millones de euros).
BUEN TRATO A LOS MARINEROS
- «No les hemos pegado, eso es mentira, les hemos tratado bien. Han tenido comida, la que traían ellos, bebida y se han podido lavar, no ha habido problema. Les hemos tratado mucho mejor que a otras tripulaciones».
MINTIERON SOBRE EL TRASLADO A TIERRA
Es aquí donde surge la pregunta sobre los tres rehenes llevados a tierra y las amenazas de muerte: «Nooo, noo, eso era mentira», dice desdramatizando.
- «Toda la tripulación ha estado siempre en el barco, mentimos para presionar al Gobierno español, porque queríamos que trajeran a los dos chicos, no era verdad». De confirmarse esto, se explicaría la confusión que siempre ha rodeado el tema de los tres rehenes.
LA ‘GENIALIDAD’ DE GARZÓN
El regreso de los dos detenidos en España se convirtió en el gran obstáculo para la liberación una vez pagado el rescate. Según Jama, eso fue «hace dos semanas». Con el asunto del dinero resuelto, los piratas presionaron sobre sus dos compañeros y recurrieron a la amenazas y las llamadas a las familias para que hicieran «ruido». «Lo hacemos siempre, las amenazas de muerte, decir que llevamos rehenes a tierra…».
¿Volverán a secuestrar un barco español? «No, eso se ha terminado. Tienen que volver los dos chicos de España y se lo hemos prometido al embajador (Nicolás Martín Cinto, el embajador español en Kenia)». Eso también forma parte del pacto.