El coste estimado de las copias ascendería a 300.000 euros de los contribuyentes
La intención es digna de alabanza, pero puede que a estas horas el magistrado Antonio Pedreira se esté ya arrepintiendo.
El juez del complejo caso Gürtel sobre la trama corrupta parasitaria del PP ordenó para este lunes 5 abril 2010 el levantamiento del secreto del sumario que lleva instruyendo desde hace un año, lo que en la práctica supone entregar toda la documentación a las partes (abogados defensores y acusaciones), salvo algunas actuaciones que permanecen secretas, como el contenido de las comisiones rogatorias a una decena de países países para obtener datos sobre cuentas bancarias.
En lugar de encargar a los oficiales del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que, como se hace habitualmente, se dedicaran a hacer aproximadamente 3 millones de fotocopias, optó por ordenar mediante providencia que los documentos fueran digitalizados en PDF y subidos a un servidor de la Comunidad de Madrid.
El sumario son más de 50.000 folios contenidos en 291 tomos:
- 4 tomos de intervenciones telefónicas y postales
- 7 tomos de medidas cautelares
- 19 tomos de situaciones personales
- 6 tomos de entradas y registros
- 2 tomos de filtraciones
- 1 tomo con el informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF)
- 4 tomos sobre los aforados de Madrid
- 2 tomos sobre los aforados de Valencia
- 6 tomos de administración judicial
- 85 tomos de las las diligencias previas 275/2008 acumuladas con las 1/2009
- 134 tomos de documentación
De esta manera, bastaría con entregar un usuario y una contraseña, a través del Colegio de Procuradores de Madrid, a cada una de las personas autorizadas para que se descargaran a sus discos duros los documentos.
Y todos contentos, hasta los contribuyentes que gracias al tecnológico juez Pedreira se han evitado el despilfarro de unos 300.000 euros en fotocopias.
TODO PROBLEMAS Y DOLORES DE CABEZA
Primero, retraso de veinticuatro horas porque ayer lunes todavía no estaban subidos al servidor los 50.000 folios del sumario.
Segundo, quejas de varios procuradores de los imputados y de las acusaciones de que las claves de acceso facilitadas no funcionan.
Tercero, protestas de los que sí han podido acceder porque no hay forma de descargarse ficheros de datos tan grandes sin que se bloquee el servidor habilitado por el departamento de informática, ICM, de la Comunidad de Madrid.
Pedreira debe estar pensando ahora el castizo «quién me mandaría a mí con lo sencillo que hubiera sido hacer lo que hacen todos».