La secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, ha asegurado hoy que el incidente registrado en la prisión de Madrid I, en el que funcionarios y reclusas mantenían relaciones sexuales a cambio de favores, es un caso «aislado» que también podría suceder entre hombres o mujeres.
«¿Qué tiene que ver la actuación indecente de una persona con que las personas a su cargo sean hombres o mujeres?», se ha preguntado Gallizo en una comparecencia ante la Comisión de Interior del Senado en la que ha dado cuenta de la situación de las prisiones españolas.
Gallizo rechazaba así la propuesta del PP de recuperar la escala femenina de funcionarios de prisiones, abolida por la Ley de Igualdad, con el objetivo de que las reclusas sólo mantengan contacto con trabajadoras del sexo femenino.
Para la responsable de Prisiones, el incidente de Madrid I «no tiene nada que ver» ni con la Ley de Igualdad, ni con la supresión de la escala de mujeres, sino con la actuación de un funcionario que tuvo un comportamiento «reprobable e indigno».
De hecho, ha explicado que también se han detectado incidentes o agresiones «aisladas» entre internas y funcionarias, como ocurre «en casi todos los sitios».
«Nunca he escuchado que las mujeres policías tengan que detener sólo a mujeres», ha ironizado.
No comparte esta opinión la senadora del PP Encarnación Naharro, quien se ha mostrado convencida de que se podrían evitar «muchos problemas» si mujeres y hombres no conviviesen en las cárceles.
Naharro ha defendido la recuperación de la escala femenina de funcionarias de prisiones, tal y como ha propuesto el PP a través de una proposición de ley en el Congreso de los Diputados.
Sobre el cese de la dirección de la prisión de mujeres de Alcalá-Meco, Gallizo ha asegurado que adoptó esta decisión ante la «gravedad del asunto» y a que, a su juicio, no se había actuado con la «diligencia debida».
No obstante, la secretaria general de Instituciones Penitenciarias ha salido en defensa del conjunto de los funcionarios de Prisiones que «se han sentido maltratados» ante «insinuaciones» que, ha dicho, «no estoy dispuesta a consentir».
Sobre la situación actual de las cárceles españolas, Mercedes Gallizo ha destacado el crecimiento constante de la población penitenciaria debido, en buena parte, al incremento de la estancia media en prisión que ha pasado de 14,7 meses en 2003, a 18 meses en 2008, cuando la estancia media en las prisiones europeas es de poco más de siete meses.
Para hacer frente al incremento del número de internos, Gallizo ha explicado que desde junio de 2004 se han puesto en servicio 7.600 nuevas celdas en seis centros penitenciarios -cuatro de nueva planta y dos reformados-, además de 24 centros de inserción social y dos unidades de madres.
Según la responsable de Prisiones, ello ha permitido que tres de cada cuatro centros penitenciarios tengan ahora una ocupación menor que la que acumulaban a finales de 2008.
Los medios telemáticos de control de los reclusos en régimen abierto también se han multiplicado por cuatro, al pasar de 417 sistemas instalados en 2004, a 1985 el año pasado.
Preguntada por el PP por el tratamiento de fertilidad que van a recibir los presos etarras Fernando García Jodrá y Nerea Bengoa Ziarsolo, integrantes del ‘comando Barcelona’, Gallizo ha subrayado que la administración penitenciaria no está «ni para facilitar ni para entorpecer nada, sino para cumplir la Ley».
La secretaria general de Instituciones Penitenciarias ha recordado que un recluso, con independencia del delito que ha cometido, tiene derecho a solicitar una prestación sanitaria en función de la cartera de servicios de la Comunidad Autónoma en la que reside.
«Si tiene derecho a esta prestación podrá acceder, si no tiene derecho no podrá acceder, como cualquier otra persona», ha destacado Gallizo, que ha recordado que los presos tienen limitados algunos derechos, como la libertad, «pero no otros».
