El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se apresuró ayer a decir que el Gobierno no estátramando ninguna negociación con ETA. Lo mismo hicieron desde el PSE después de una mañana tensa de llamadas y una amenaza directa sobre la posibilidad de perder el control en Ajuria Enea y el Parlamento vasco.
Tras las noticias publicadas por La Gaceta y otros medios la mañana del lunes sobre las conversaciones entre parte del PSE, capitaneadas por Jesús Eguiguren, presidente de la formación vasca, y ETA, María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, anunció que su partido daría “por finalizado” el pacto con los socialistas en Euskadi si el Gobierno no desmentía las informaciones.
El acuerdo que sostiene al lehendakari Patxi López en el ejecutivo autonómico se ha visto en las últimas semanas amenazado por síntomas que apuntaban a una segunda negociación y de los que este periódico ha informado puntualmente.
Pero hasta ayer nadie en el PP había sido tan rotundo. Cospedal aseguró que los socialistas estaban dejando el pacto “en peligro de muerte” y desde el PP vasco respaldaban las palabras de su secretaria general. L legó el desmentido, desde Madrid y desde Vitoria, y los populares respiraron algo más tranquilos. Pero advierten que no se quedarán con simples palabras.
En la dirección del PP vasco se tambalea totalmente la confianza que a ratos se ha tenido en López. A estas alturas, apenas un año después de empezar a caminar de la mano, los populares vascos empiezan a sentir desconfianza.
BASAGOITI ADVIERTE AL PSE
Antonio Basagoiti, presidente del PP vasco, lanzó ayer un mensaje contundente a su socio en Ajuria Enea: “El PSE debería ser consciente de que una negociación (…) incumpliría el pacto de manera expresa, se quedaría en minoría y que el señor López no estaría capacitado para ser lehendakari”.
Y por si a alguien le quedaban dudas de que el mensaje de Cospedal partía sólo desde Génova, añadió que su partido “jamás” va a entrar en ningún tipo de negociación o contacto con la banda terrorista, “por lo menos” mientras él siga dirigiendo la formación en aquella comunidad autónoma.
Advierten los populares vascos que no se fían ya de nadie y que son plenamente conscientes de que los mensajes que Rodolfo Ares, consejero vasco de Interior, y López lanzaron el día anterior en el Día de la Ertzaintza, en el que insistieron en que los ertzainas “pronto” dejarán de ocultarse, apuntan en la dirección de las posibles conversaciones y no piensan permitirlo. Basagoiti se mostró preocupado porque entiende que estas conversaciones tienen como objetivo las elecciones municipales de 2011.
Pero insiste en que llueve sobre mojado porque la estrategia de “dividir a ETA entre buenos y malos, gente más posibilista o menos posibilista” es algo que ya se ha vivido en el País Vasco, “una cuarta vez no puede colar”. Por eso ahora todos los ojos de la dirección del partido, tanto en el País Vasco como en la calle Génova, están puestos en la reforma de la ley de partidos. Pasadas las primeras palabras de Rubalcaba y el PSE, son necesarios “los hechos”, insisten, y los únicos hechos válidos son los que anuncian que ni Batasuna ni ninguna marca de ETA llegue otra vez a los ayuntamientos.
Con el revuelo de ayer empieza a sonar con más fuerza el “diagnóstico” que en las últimas semanas ha repetido el portavoz del PP en el Parlamento Europeo. Jaime Mayor Oreja siempre ha defendido la existencia de una segunda fase de la negociación, algo que en Génova han intentado rechazar por entender que no había indicios suficientes que contradijeran el actual pacto antiterrorista. Cuando se le pregunta si ahora cobran más fuerza los análisis del ex ministro del Interior, Cospedal se limitó a decir que Mayor siempre ha sido “un gran conocedor” del entorno etarra.
INFORMES
El diario Libertad Digital informaba ayer por la tarde de que incluso los populares vascos cuentan con informes policiales donde se certifican los “contactos” entre el PSE y Batasuna. Unos contactos de los que La Gaceta informó el pasado marzo. No sólo Mayor Oreja ha denunciado en los últimos tiempos la existencia de una segunda negociación entre la banda terrorista y el Ejecutivo que lidera José Luis Rodríguez Zapatero.
También se han manifestado en esa línea el ex director general de la Policía Juan Cotino, varias asociaciones cívicas como El Foro de Ermua y Voces contra el Terrorismo y otros políticos del PP, así como fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario. No es casualidad que el PP tenga puesta la mirada en las elecciones municipales y forales del año próximo como prueba del nueve con la que determinar cuál es la actitud de los socialistas.
Como lleva informando La Gaceta varios meses, el entramado etarra también mira en esa dirección. De hecho, la clave de la estrategia negociadora de ETA y Batasuna es el aterrizaje electoral de la izquierda abertzale en esos comicios, según los expertos consultados. El sector posibilista del entramado etarra presentó a mediados de febrero su apuesta por las “vías políticas” para emprender un “proceso democrático” que desembocase en la independencia del País Vasco.
Esa propuesta, similar en fondo y forma a otras que el brazo político de ETA presentó en el pasado, queda recogida en el documento Zutik Euskal Herria (Euskal Herria en pie). Al final del texto, los batasunos dejan claro que su prioridad para el futuro es articular una nueva formación política con la que concurrir a las elecciones. La vuelta a las instituciones como principal objetivo.
«BOMBAS O VOTOS»
El Gobierno anunció un mes atrás un endurecimiento de la Ley de Partidos para no dejar resquicio a que Batasuna concurra en las elecciones. Y Rubalcaba repite siempre que puede un mismo mensaje dirigido a los posibilistas: “O bombas o votos”.
Es decir, si los Arnaldo Otegui, Rafael Díez Usabiaga y compañía se desligan o de desmarcan de la violencia podrán volver a presentarse a las elecciones. La izquierda abertzale ha enviado varios mensajes públicos que apuntan a un desmarque. Pero de momento se trata de tímidos movimientos que no dan el paso definitivo: condenar la violencia. Algunas fuentes de la lucha antiterrorista aseguran que ese paso no llegará “ jamás”, aunque otras expresan sus dudas al respecto.
CAMBIO DE DISCURSO
Uno de los últimos síntomas en aparecer acerca de la negociación entre el Gobierno y ETA es el destacado cambio de discurso del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, urdidor del ‘proceso de paz’. Desde hace meses, Eguiguren repetía que habría un “diálogo” en el futuro, pero no apuntaba a fechas concretas. Anteayer, el presidente del PSE fue más allá al asegurar que la ‘paz’ llegará durante la presidencia de Zapatero. Él es uno de los que mejor conoce los contactos.
Originalmente publicado por La Gaceta