El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, considera que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña ha «reforzado» el autogobierno, y que los catalanes «lo saben mejor que nadie», «aunque algunos se sientan obligados a sobreactuar un agravio».
«Cuando cesen los aspavientos de rigor y se despeje el polvo de la refriega por ocupar la posición, se verá con más claridad que bien está lo que bien acaba. Y esta historia, digan lo que digan, ha acabado razonablemente bien», sostiene Blanco en un comentario publicado hoy en su ‘blog’.
En todo caso, el ‘número dos’ del PSOE recalca que el autor del supuesto «agravio» no es el Gobierno de España, «que siempre ha apoyado el Estatuto», ni el Tribunal Constitucional, «que lo ha convalidado casi por completo», sino «quienes lo han combatido por tierra, mar y aire», es decir, el PP y su presidente, Mariano Rajoy.
Así, concluye que «de este episodio» han salido reforzados el autogobierno catalán, la Constitución y la convivencia y que Rajoy, como en otros asuntos, estos días intenta «confundirse con el paisaje, haciendo como si la cosa no fuera con él».
PP QUISO FRENAR EL DESARROLLO AUTONOMICO
A su juicio, la «desaforada campaña» que el PP emprendió contra el ‘Estatut’ hace cuatro años no pretendía «corregir» o «mejorar» el texto, sino «derribarlo» y, aún más, «provocar un frenazo en el desarrollo del Estado autonómico», siendo consciente, como todo el mundo, de que en la sentencia del TC estaba en juego no sólo el autogobierno catalán, sino el desarrollo autonómico.
«Precisamente por eso y para eso presentó el recurso», argumenta Blanco. En su opinión, el PP vio la ocasión de dar «satisfacción a una vieja aspiración de la derecha española, desde el día en que Fraga negó su apoyo a la Constitución precisamente por su disconformidad con el Título VIII, que prefiguraba una estructura descentralizada del Estado con un aspecto claramente federal».
En su artículo, Blanco acusa al PP de haber querido reactivar «el nacionalismo español excluyente y separador, que está en el origen de muchas de las desgracias históricas de España», de estimular «una auténtica paranoia anticatalana» y de llegar a «exigir cosas ilegales, como un referéndum en toda España sobre el Estatuto de una comunidad autónoma».
En este contexto, afirma que aunque los cuatro años que el TC ha tardado en dictar sentencia «parecen muchos años», «es probable que tanta espera haya valido la pena» porque entre tanto el ‘Estatut’ se está desarrollando sin que el Estado español se haya «desmoronado».
Por eso, concluye que el Estatuto «desarrollándose, ahora ya sin la hipoteca de un recurso pendiente» y que el Constitucional ha avalado que el desarrollo autonómico impulsado por el Ejecutivo socialista «es perfectamente compatible y respetuoso con la Constitución Española».
