El Supremo reduce de 26 a 7 años la pena a una pareja que envenenó a parientes en Trujillo (Cáceres) con un fármaco

El Tribunal Supremo ha reducido de 26 a siete años y seis meses la pena total que había impuesto la Audiencia Provincial de Cáceres a una pareja de Trujillo (Cáceres) por suministrar en diversas ocasiones un fármaco a varios familiares de él, que sufrieron severos problemas de salud y constantes hospitalizaciones.

En su sentencia, el Supremo absuelve a los acusados Alicia B. R. y Juan José S. M. de cuatro delitos de asesinato en grado de tentativa por el que habían sido condenados, así como del delito de lesiones en la persona del padre del acusado. Así mismo, les absuelve del delito de violencia habitual en el ámbito familiar.

El fallo del Tribunal Supremo, al que ha tenido acceso Europa Press, les condena como autores de tres delitos de lesiones porque «se propusieron únicamente producir un estado patológico en las víctimas sin que considerases ni procurasen la muerte de éstas».

Además, señala que «no consta probado que los padecimientos» del padre del acusado «tuvieran su causa en actos de suministro por los acusados de sustancias tóxicas».

La resolución del Supremo explica que Alicia B. R. conoció a Juan José M. S., quien vivía en Huertas de la Magdalena, pedanía muy próxima a Trujillo en compañía de sus padres José S. y Teresa M., con su tío Francisco M y con su hermano Jesús, afectado por síndrome de Down.

Añade que alrededor de 2002 Alicia y Juan José se van a vivir juntos e iban a visitar frecuentemente a los padres, hermano y tío de Juan José, comiendo juntos en muchas ocasiones.

La Audiencia Provincial de Cáceres consideró hechos probados que aprovechando estos contactos frecuentes Alicia y Juan José comenzaron a suministrar a José, a Teresa, a Jesús y a Francisco «con el ánimo de acabar con su vida», cianamida cálcica, comercializada con el nombre de Colme, fármaco destinado a coadyuvar al tratamiento de deshabituación del alcohol en adultos.

Los familiares de Juan José seguían ingiriendo la sustancia sin darse cuenta de ello, lo que les causó «problemas de salud continuos y sucesivos» que se concretaron en «numerosos ingresos hospitalarios».

En febrero 2003 coincidieron ingresados Teresa y Francisco en el Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres; en enero de 2004 lo hicieron Teresa y Jesús; y septiembre de 2003 Jesús y José, por lo que a los médicos les llamó la atención que las mismas personas ingresaran una y otra vez en el centro hospitalario de forma «cuasi simultánea y con los mismos síntomas».

Fue a partir de ahí cuando los sanitarios «comunicaron sus sospechas a la autoridad judicial». Cabe indicar que Teresa falleció en en 2005.

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