Absueltos dos mossos acusados de detención ilegal por la falta de verosimilitud del testigo de cargo

La Audiencia de Barcelona ha absuelto a los dos mossos d’Esquadra acusados de detener ilegalmente a un hombre, obligarle a desnudarse y hacer flexiones y robarle dinero por la falta de verosimilitud del testigo de cargo, en quien se sustenta la acusación.

En su sentencia, la Audiencia absuelve a los agentes de todos los cargos y considera probada su versión. En el juicio declararon que arrestaron a la presunta víctima porque les había ofrecido hachís, que se lo comunicaron desde el primer momento y que se quedaron con los 100 euros que llevaba porque se los requisaron, al igual que una pequeña navaja y la droga.

Según la versión de la fiscal, que pedía para ellos 13 años y medio de prisión y 23 años de inhabilitación absoluta, los dos acusados, Rubén S.P. y Alberto M.L., no le comunicaron a la víctima que estaba detenido en ningún momento y le sustrajeron los 150 euros que llevaba, «de común acuerdo y con ánimo de lucro», además, «sin redactar diligencia alguna». Por ello, les acusaba de dos delitos de detención ilegal, uno de falsedad en documento oficial y una falta de hurto.

Según el escrito de la Fiscalía, el 1 de junio de 2008 a la 1 horas los dos acusados, vistiendo de paisano, se dirigieron a la víctima en la calle Sant Ramon, le registraron los bolsillos «apoderándose de 150 euros», le trasladaron a la comisaría de Ciutat Vella, donde le quitaron la ropa y le obligaron a hacer flexiones, dejándole marchar sobre las 1.36 horas.

La víctima entonces se quedó en la puerta de la comisaría y les reclamó su dinero, hasta que sobre las 2 horas le volvieron a detener, aunque esta vez si se lo comunicaron, por tráfico de estupefacientes.

En el juicio, ambos agentes explicaron que desde el primer momento le dijeron que estaba detenido porque había ofrecido hachís a dos agentes, y que tras la evidencia del delito le cachearon y le decomisaron la droga y el dinero que llevaba encima –según el testigo, que le acababa de dar su novia para que se lo guardara–.

Entonces le llevaron a comisaría, si bien el detenido les dijo que colaboraría con ellos y les llevaría hasta el que le proporcionaba la droga. Según la versión de los policías, le dejaron salir de comisaría y no se hizo constar su entrada en la misma porque querían que les ayudara. Le siguieron porque les iba a llevar hasta el ‘camello’, pero entonces huyó aunque acabó volviendo a comisaría para reclamar su dinero.

«INCOHERENCIAS INTRINSECAS»

Ahora la Audiencia recoge en la sentencia las «contradicciones» de las declaraciones prestadas por la supuesta víctima en las distintas fases del proceso, las «incoherencias intrínsecas» y la «ausencia de corroboraciones objetivas periféricas» para sustentar la declaraciones del testigo de cargo.

«Las mencionadas incoherencias ponen a la Sala en alerta sobre el riesgo de inveracidad de las afirmaciones del testigo, y éste se incrementa si se contrasta con las declaraciones testificales de otros agentes de la policía adscritos a la comisaría de Ciutat Vella y, finalmente, con el visionado de las imágenes grabadas por diferentes cámaras de seguridad», afirma la sentencia.

La Audiencia considera que la tesis de la acusación no se sostiene «por ser su base frágil e incoherente con las reglas de la lógica, lo que afecta a toda la construcción que en ella se apoya». Así, entiende que la prueba que se practicó en el juicio «no fue suficiente para desvirtuar la presunción de inocencia que atañe a todo acusado».

No obstante, admite irregularidades en la actuación policial y asegura que dichas irregularidades, «no todas atribuibles a los acusados». Así, opina que «el funcionamiento ordinario y control de actividades de la comisaría de Ciutat Vella no es óptimo».

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