Garzón: la memoria histórica «nunca va a suplir la acción de la Justicia»

El juez Baltasar Garzón ha advertido, durante un curso en El Escorial, que la memoria histórica, la reconciliación o las comisiones de la verdad «nunca» van a «suplir la acción de la Justicia» y recuerda que la transición española no contó con la acción judicial. Por ello, considera que se podría estudiar cómo ha influenciado este hecho a la sociedad. En su opinión, las víctimas de las dictaduras son marginadas hasta el punto de que «al final parece como que las responsables de las supuestas inestabilidades son las víctimas y no los victimarios». En este sentido ha recalcado que hay que «darles voz, y la posibilidad no sólo de exigir justicia sino también de participar».

Garzón, que ha sido suspendido cautelarmente de sus funciones en el Juzgado Central de la Audiencia Nacional por haber sido admitidas a trámite tres querellas contra él en el Tribunal Supremo, ha hecho estas declaraciones durante su inauguración del curso ‘Derechos Humanos, Justicia Transicional y Democracia Efectiva’, organizado por la Universidad Complutense de Madrid en la localidad madrileña de San Lorenzo del Escorial. El magistrado actualmente es asesor externo de la Fiscalía en el Tribunal Penal Internacional (TPI).

El magistrado ha explicado que la idea del curso es «poner de manifiesto y contraponer la situación que se produce en determinado momento en países diferentes cuando en la balanza se encuentran, por una parte la transición de un régimen dictatorial o autoritario hacia la democracia y en el otro, la acción de la Justicia respecto de aquellos crímenes masivos o que pueden calificarse como crímenes contra la humanidad o contra la comunidad internacional».

LAS COMISIONES DE LA VERDAD NO PUEDEN SUSTITUIR A LA JUSTICIA

Así, ha abogado porque la acción de ‘comisiones de investigación’ o ‘comisiones de la verdad’ no sustituyan nunca a la acción de la Justicia cuando se trate de crímenes contra la humanidad. Además, ha recordado la «compatibilidad» entre la acción de la justicia y las de las comisiones de la verdad ya que, «una acaba donde otra comienza», y «no puede entenderse que una comisión de la verdad supla la acción» de la Justicia.

En su opinión, se perdería «cualquier posibilidad de comprensión lógica de estos mecanismos» si se entienden como mecanismos excluyentes. «En ningún caso debe ser así», ha recalcado, ya que, a su juicio, un país que quiera puede ofrecer la posibilidad de la memoria histórica o reconciliación, «pero eso nunca va a suplir la acción de la Justicia».

«Los crímenes internacionales, de lesa humanidad, genocidio, están excluidos de aquellas normas de perdón que interesadamente en un momento histórico» determinado se incluyen. Ha agregado que «sin excepción alguna, en todos los países donde ha acontecido esa situación, se plantea el dilema de si debe imperar el mirar hacia delante, olvidándose del pasado o, por el contrario, la exigencia de la Justicia se impone en todo caso».

VAN A OPTAR POR LA MIRADA HACIA DELANTE

En este sentido, se ha preguntado si la acción de la Justicia «tiene que imponerse en todo caso» por la categoría de los crímenes de los que se trata, «cometidos en un periodo de tiempo en el que no ha podido hacerse efectiva esa acción de la Justicia porque los resortes del poder autoritario o dictatorial han atenazado distintas instituciones, y entre ellas de forma principal a la de la Justicia», o si en ese caso, «en ese difícil equilibrio que se plantea como una democracia incipiente o como un régimen transitorio, la acción de la Justicia puede perjudicar aún en estos casos y principalmente en estos casos».

«Evidentemente, la polarización entre uno y otro aspecto está servida y quienes de alguna forma han encabezado la represión, y no sólo ejecutado sino ejecutado, desarrollado y mantenido, van a optar porque la mirada hacia delante sea lo que se imponga y no sé si tanto porque así interesa al país de que se trate cuanto por la propia seguridad ante la certeza de que pueden ser objeto de enjuiciamiento con unas instituciones ya democráticas, con una Justicia democrática», ha recalcado.

Además, ha recalcado que la transición española no contó con la acción de la Justicia por lo que podría estudiarse la influencia que una transición sin acciones de la justicia puede tener en una sociedad. Por otro lado, ha asegurado que la Justicia Internacional, es un «contrapunto no opuesto» a la justicia transitoria porque «lo único que es antitético es justicia e impunidad».

Por su parte, el abogado penalista Manuel Ollé, que también ha participado en el curso, ha apoyado la tesis de Garzón y ha abogado por «reforzar la tutela judicial efectiva cuando anteriormente haya reinado la impunidad» y ha asegurado que «las comisiones no valen para depurar responsabilidad penal».

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