El fiscal pide prisión para Agirresarobe por el asesinato de Pagaza y una fianza para Ezkerra

El fiscal de la Audiencia Nacional Luis Barroso ha solicitado esta noche el ingreso en prisión del presunto etarra Gurutz Agirresarobe Pagola por su participación en el asesinato del ex jefe de la Policía Municipal de Andoain Joseba Pagazaurtundua y una fianza para su ex novia Aitziber Ezkerra Segurajauregi, según han informado fuentes fiscales.

Los dos detenidos, que fueron arrestados el pasado martes en Hernani (Guipúzcoa) en una operación antiterrorista llevada a cabo por la Ertzaintza, han declarado durante más de tres horas ante el titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, Fernando Grande-Marlaska, que tiene previsto dictar esta noche un auto en el que se recoja su situación procesal.

La petición fiscal se ha producido durante la celebración de una vistilla contemplada en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECRIM) celebrada tras las declaraciones, que se han prolongado durante dos horas en el caso de Ezkerra y poco más de una hora en el de Agirresarobe. Ambos han declarado en situación de incomunicación y asistidos por un abogado de oficio.

El representante del Ministerio Público ha realizado esta petición al considerar a Agirresarobe autor material del asesinato de Pagazaurtundua porque su ADN coincide con las muestras dejadas en una taza de café que fue hallada en el bar Daytona de Andoain, donde se produjo el crimen el 8 de febrero de 2003. Ezkerra, que era su novia en el momento de los hechos, habría colaborado en el asesinato, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación.

Además, se investiga si ambos están también implicados en el atentado que costó la vida el 6 de mayo de 2001 al presidente del PP de Aragón, Manuel Giménez Abad, quien fue asesinado con la misma pistola que mató a Pagazaurtundua.

«TERRORISTAS DURMIENTES»

Los dos arrestados formaban parte, en función de los datos aportados tras su detención por el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, de «un comando legal vinculados al complejo Donosti» y eran «terroristas durmientes» que en los últimos tiempos estaban «a la espera de recibir órdenes de la banda armada».

En la operación, la Policía vasca realizó registros en los dos domicilios de los detenidos, así como en varios locales, y se incautó de diverso material informático y otro tipo de documentación, que se está investigando. El operativo de la Ertzaintza se mantiene abierto y no se descartan nuevas detenciones.

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