La titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de Caravaca de la Cruz ha ordenado el ingreso en prisión preventiva sin fianza para los dos presuntos pirómanos que causaron el incendio que calcinó, hace unas semanas, unas 600 hectáreas en la Sierra del Molino, entre los municipios de Cieza y Calasparra, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Región de Murcia.
La jueza ha imputado a cada uno de los detenidos los delitos de robo con fuerza continuado, así como un delito de incendio forestal con peligro para la vida e integridad física de las personas.
Los dos individuos, que fueron detenidos el pasado viernes por la GUardia Civil, fueron puestos este lunes a disposición judicial. Uno de ellos responde a las iniciales de F.J.M., de 29 años de edad, sin antecedentes y residente en el municipio caravaqueño; el otro, F.R.F., de 33 años, conocido como ‘Paquillo’ es de Bullas y tiene antecedentes por hurto y robo
El incendio, declarado el pasado 7 de septiembre y extinguido diez días después, calcinó finalmente 600 hectáreas de terreno de alto valor ecológico, afectando a superficies calificadas como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), que sufrió otro incendio en 1991.
El alcalde de Calasparra, Jesús Navarro, aseguró tras la detención, el pasado viernes, que la intención de los dos presuntos pirómanos era «distraer la atención para robar maquinaria industrial» en polígonos y empresas privadas. De hecho, señaló en declaraciones a Europa Press, esa misma noche se produjo un robo en la zona y se han ido sucediendo otros, que asimismo se están investigando, por toda la Comarca.
El consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana, Manuel Campos, anunció que hay «bastantes indicios» que podrían relacionar a los detenidos con los hechos y que el Fiscal de Medio Ambiente, que se personará en el caso, podrá solicitar medida cautelar de prisión provisional.
Los responsables de este tipo de delito se enfrentan a una pena de prisión que puede oscilar entre uno y cinco años, si bien ésta puede aumentar a diez años de cárcel si prescribe como un delito contra la flora y la fauna.
En concreto, Campos manifestó que las penas por estos delitos «son muy elevadas y pueden sobrepasar los diez años, porque no sólo se trata del incendio con agravación, sino que hay delitos contra la flora y la fauna, y ahí entran en juego las normas concursales y las penas son graves».
El fuego afectó a pino carrasco, sabina y lentisco, entre otra flora, así como a especies animales como el águila real y perdicera, el halcón peregrino, el búho real, la cabra montesa y el jabalí, según explicó el consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana, Manuel Campos, en su intervención en la Asamblea Regional la semana pasada.
Fue sobre las 19.00 horas cuando se originó a raíz de dos focos distantes seis kilómetros entre sí y el viento extendió las llamas rápidamente. Los dos avisos, «el del incendio de la Sierra del Puerto y el de la sierra del Molino, se produjeron con apenas nueve minutos de diferencia», determinó el consejero.
Definitivamente, el fuego quedó extinguido diez días después, el 17 de septiembre, y el operativo que se organizó para luchar contra el fuego, contando con la colaboración también de Castilla-La Mancha y de Andalucía, que desplazaron retenes forestales y medios aéreos y de la Unidad Militar de Emergencias, dependiente del Estado, con 130 efectivos y 37 vehículos.
Para la regeneración de la zona, se establece un plan con una primera fase para eliminación de restos quemados, tratamiento fitosanitario y seguimiento de la regeneración natural y una segunda de reforestación, que se ejecutará entre 2012 y 2015. Las actuaciones ya llevadas a cabo a consecuencia del incendio han supuesto un gasto de 1,5 millones de euros, según las estimaciones del consejero.