Una miembro del comando Madrid destaca el «honor» de militar en ETA junto a los acusados de matar al general Oreja

La integrante del ‘comando Madrid’ de ETA Ana Belen Egües Gurrutxaga, alias ‘Dolores’, ha inculpado en el asesinato del general Justo Oreja en 2001 al ex jefe militar de la organización terrorista Gorka Palacios y al veterano Juan Luis Rubinach Roig al manifestar que todos ellos formaban parte de la banda. «Ha sido un honor militar junto a ellos», ha destacado.

Así lo ha indicado en el juicio que se sigue contra ellos en la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional por el asesinato del general de Brigada Justo Oreja el 28 de junio de 2001. Palacios y Rubinach se enfrentan a una petición fiscal de 319 años de prisión cada uno por un delito de asesinato terrorista, diecisiete en grado de tentativa y dos por estragos terroristas.

Durante la vista oral celebrada este jueves, los dos acusados se han negado a declarar ante el tribunal, presidido por el magistrado Alfonso Guevara, y ante el que han comparecido como testigos Aitor García Aliaga y Ana Belén Egües Gurrutxaga, ‘Dolores’. Esta última puso a prueba la «paciencia del santo Job» del fiscal Pedro Rubira al mantener una y otra vez que no recordaba el contenido de las declaraciones que efectuó en sede policial y judicial en las que inculpaba a los dos acusados.

«Las declaraciones fueron hechas bajo incomunicación, torturas y malos trato mediante interrogatorios ilegales», sostuvo, para advertir de que «no recordaba» si compartió comando con Palacios y Rubinach. Lo único que ha recordado es que los conocía por haber «militado juntos en la organización ETA».

«Voy a olvidarme yo también de mis preguntas», afirmó el abogado de la AVT Emilio Murcia que ejerció la acusación popular junto con Juan Carlos Rodríguez Segura que, desde Verde Esperanza-Voces contra el Terrorismo, también ha representado la acusación particular y ha pedido un millón y medio de euros en concepto de responsabilidad civil para la familia.

Por su parte, García Aliaga ha manifestado desconocer a los dos procesados y ha indicado que las declaraciones que prestó en sede policial y judicial después de su detención fueron hechas tras «cinco días en comisaría a base de torturas». «Si se cumpliera el protocolo de la Audiencia Nacional, se ahorrarían muchas cosas de éstas», ha remachado.

No obstante, tres policías han asegurado ante la Sala que Aliaga declaró «espontáneamente, en presencia de su abogado, sin presión ninguna» sobre la preparación del atentado contra el general Justo Oreja en la calle López de Hoyos de Madrid. «Nos sorprendió porque lo contaba todo, estaba orgulloso de pertenecer a la organización y alardear de lo que había hecho él y la gente que formaba parte del comando», ha recordado un agente.

A su vez, han comparecido los propietarios de un piso ubicado en Salamanca que los etarras alquilaron como «piso nodriza», como «base» de sus operaciones. Según han explicado, alquilaron el apartamento a un hombre que «dijo llamarse Honorio Rico» y que conviviría con su mujer y su cuñado, aunque no le solicitaron el DNI. «Ahora me arrepiento», ha dicho la dueña de la vivienda.

UNA HUELLA EN LA MATRICULA REVELA A RUBINACH

Los agentes han destacado que Rubinach se hacía llamar ‘Honorio’ en el entramado terrorista mientras que Palacios obedecía al nombre de ‘Jesús’. Ambos formaron parte del comando acusado de colocar un artefacto explosivo en una bicicleta de montaña que hicieron estallar a las 8,15 horas de aquel 28 de junio de 2001 al paso del general, quien murió un mes después por la gravedad de las heridas. Además, la explosión hirió a 17 transeúntes y provocó cuantiosos daños materiales.

Poco después los autores del atentado huyeron a bordo de un coche, que abandonaron en la confluencia de las calles Doctor Arce y Bidasoa y en el que, según los peritos, escondieron cargas explosivas de escasa potencia debajo del asiento y en el maletero con el objetivo de destruir el vehículo. Durante la prueba pericial, también han revelado que una huella perteneciente a Rubinach fue encontrada en la matrícula ‘doblada’ de aquel Peugeot 405.

Para finalizar, el representante Pedro Rubira ha elevado a definitiva su petición al considerar que «se dan todos los presupuestos para obtener la sentencia condenatoria». Ha entendido que es «difícil» que Egües y Aliaga mantuvieran este jueves «públicamente» sus declaraciones incriminatorias estando «al lado de miembros del comando» y ha añadido que Egües, pese a que ha sido «parca» en palabras, ha reconocido a los dos acusados como integrantes del mismo comando.

El abogado de Verde Esperanza y Voces Contra el Terrorismo ha destacado que es la primera vez que su asociación participa como acusación popular y ha criticado el «mismo repertorio» que mantienen los terroristas que denuncian torturas por las Fuerzas de Seguridad al tiempo que ha criticado que los autores del atentado «han arrebatado» la vida del general casado y padre de cuatro hijos.

La defensa de Palacios ha reclamado la libre absolución de su representado al entender que el material probatorio no ha demostrado su participación en el atentado mientras que la defensa de Rubinach se abstuvo de emitir cualquier pronunciamiento a petición del acusado.

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