La justicia francesa cede a las peticiones etarras y acepta que acudan a un juicio dos testigos españoles

La justicia francesa cede a las peticiones etarras y acepta que acudan a un juicio dos testigos españoles
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. EFE/Archivo

El Tribunal de lo Criminal de París accedió hoy a la demanda de los acusados en el juicio contra ETA y pedirá que acudan a declarar dos testigos españoles que ha solicitado la defensa, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y la forense Leonor Ladrón de Guevara.

Los seis acusados -entre los que estaban los presuntos dirigentes etarras Mikel Albisu y María Soledad Iparraguirre- que ayer abandonaron la sala de audiencias en protesta por la ausencia en el programa de testigos para los próximos días de Andreu y Ladrón de Guevara, volvieron hoy a estar presentes en el proceso tras la concesión del tribunal.

El presidente de la corte, Philippe Vandingenen, explicó que va a escribir al juez de la Audiencia Nacional de Madrid y a la forense para solicitarles que acudan el próximo día 13, como quieren los abogados de la defensa para interrogarlos sobre las presuntas torturas que dice haber sufrido en manos de la Guardia Civil uno de los inculpados, Peio Alcantarilla Mozota.

El letrado de Alcantarilla, Jean-François Blanco, había citado antes del inicio del juicio el pasado día 15 a Andreu y Ladrón de Guevara para que comparecieran, pero ambos respondieron que no se desplazarían a París.

El interés de Blanco por los dos -dentro de la que es la estrategia habitual de defensa de los etarras- es sostener que los procedimientos de acusación están viciados por la tortura que dicen sufrir sistemáticamente los militantes de la organización terrorista cuando son arrestados en España.

En este caso, Alcantarilla es el único de los diez que se sientan en el banquillo que fue detenido en España, el 3 de octubre de 2004, y posteriormente entregado a Francia, que lo reclamaba para juzgarlo como propietario y gestor -junto a su mujer Lourdes Urdampilleta- de un arsenal de explosivos y armas de ETA que tenían escondido en su casa de Urrugne, en el País Vasco francés.

Alcantarilla fue capturado cerca de Burgos porque el día de la operación policial había salido unas horas antes de Urrugne para ir a buscar a España con su camión unas mercancías que luego debía transportar a Luxemburgo.

El juez Andreu fue el encargado de tomarle declaración tras su arresto y la forense Ladrón de Guevara lo examinó, según el relato que el acusado hizo la semana pasada, después de haber sido maltratado en las dependencias de la Guardia Civil donde también intentó suicidarse.

En este juicio que se prolongará hasta mediados de diciembre, la jornada de hoy está dedicada al examen de otro escondite en Briscous -igualmente en el País Vasco francés- en el que había otro arsenal de armas y explosivos de ETA, propiedad de dos de los imputados, la pareja formada por José Ramón Arano y Miriam Incaby.

Como el primero, su desmantelamiento por la policía se hizo a partir del 3 de octubre de 2004, el mismo día en que fueron arrestados a escasas decenas de kilómetros, en Salies de Béarn, Albisu e Iparraguirre, en la casa que habían ocupado con su hijo desde 1999.

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