María Jesús González, madre de Irene Villa, con quien sufrió en 1991 un atentado de ETA que las dejó gravemente heridas, considera una �vergüenza� que el Ministerio del Interior haya propuesto un permiso para uno de los etarras que atentaron contra ellas.
González valoraba así, en declaraciones a Servimedia, que Instituciones Penitenciarias haya propuesto un permiso para el etarra Josu García Corporales, responsable, entre otros atentados, del perpetrado contra Irene Villa y su madre.
Este permiso, que está pendiente de que lo apruebe el juez, está relacionado con el hecho de que este terrorista firmara en enero una carta en la que decía abandonar la banda terrorista.
La madre de Irene Villa afirmó que iniciativas como ésta adoptada por Instituciones Penitenciarias son una �vergüenza� y �un agravio para las víctimas� del terrorismo.
Añadió que, aunque ella quiere disfrutar de su familia y �no amargarme la vida�, entiende que el Ministerio del Interior debería informar a las asociaciones de víctimas de los cambios en la situación penitenciaria de los presos etarras.
Insistió en que el Gobierno �tiene obligación moral de dar explicaciones� por estas decisiones sobre los presos etarras, aunque se mostró pesimista al respecto. �No van a hacer nada de eso, porque están más cerca de ellos que de nosotros; allá ellos�, remarcó.
María Jesús González era funcionaria de la Dirección General de la Policía cuando el 17 de octubre de 1991 sufrió un grave atentado de ETA que le afectó a ella y a su hija. Una bomba adosada bajo el vehículo en el que González llevaba a su hija al colegio hizo que la niña perdiera las piernas y tres dedos de una mano. Su madre perdió una pierna y un brazo.
