Pizarro espera que Arenas deje de «utilizar a la justicia para formar el lío político» tras la sentencia del TSJA

El consejero de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía, Luis Pizarro, ha expresado su confianza en que el presidente del PP-A, Javier Arenas, «aprenda, reflexione y deje de utilizar a la justicia para formar el lío político en Andalucía», después de que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) haya desestimado la demanda interpuesta por el presidente del PP-A contra Pizarro por intromisión ilegítima en su derecho al honor por haberle acusado de utilizar un «discurso de matón de discoteca» y otros calificativos como «desequilibrado» o «campeón de los insultos».

En declaraciones a los periodistas, tras participar en la entrega de los XXV Premios Andalucía de Periodismo, Pizarro ha dicho esperar que el líder de los ‘populares’ andaluces «se pliegue a las reglas del juego de la discusión política entre responsables políticos». «Siempre ha sido una actitud de los responsables socialistas respetar las sentencias de los tribunales de justicia cuando han sido a favor y en contra, y en este caso exactamente igual», ha añadido.

El consejero del ramo ha asegurado que la citada sentencia viene a respaldar su posición política y su valoración en relación a una pregunta de los medios de comunicación sobre la actitud y el comportamiento que tuvo Arenas en una sesión del Parlamento andaluz y del lenguaje que utilizó. Según ha explicado, Arenas «intentó obstruir y boicotear el trabajo moderador y responsable que tiene que realizar la presidenta de la Cámara, algo que se puede ver en el acta de la sesión».

«Eso fue lo que yo critiqué, una crítica dura porque un responsable político, aún más siendo presidente del Grupo Popular, tiene que facilitar con su comportamiento y actitud las reglas de juego del Parlamento apoyando a la presidenta y no poniendo dificultades y obstáculos a su trabajo», ha señalado Pizarro, quien ha insistido en que espera que esta sentencia le sirva a Arenas de reflexión «porque no se puede estar permanentemente intentando judicializar la vida política en Andalucía».

Al hilo de ello, ha subrayado que los tribunales de justicia en Andalucía están para cuestiones «muy importantes y de gran trascendencia, y no para dirimir discusiones políticas entre partidos y entre dirigentes políticos». Ha querido destacar que Arenas no ha ganado «ni una sola de las muchas querellas» que le ha puesto a dirigentes del PSOE. «Las ha perdido todas, como perderán las que le quedan, por lo espero que esta sea definitiva y reflexione sobre su manera de entender la política», ha apostillado.

Finalmente, Pizarro ha aseverado que hay calificaciones y acusaciones de dirigentes del PP-A, entre los que ha mencionado a Javier Arenas, Antonio Sanz o Esperanza Oña, que son de «grueso calibre». Sin embargo, ha dicho que no recuerda que el PSOE-A haya recurrido nunca a la querella, «porque siempre hemos discutido a base de argumentos». Y es que, a su juicio, «a Arenas siempre le pasa igual, tiene puño de hierro cuando ejerce la crítica al contrario y mandíbula de cristal cuando el contrario ejerce la crítica legítima»

LA SENTENCIA

La Sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha desestimado la demanda y le impone el pago de las costas por considerar que las declaraciones de Pizarro «no tienen la consideración jurídica de insulto o expresión vejatoria, sino que forman de la ácida y mordaz crítica al adversario que no sobrepasa el ámbito de lo que viene siendo usual en la contienda política ni transgrede el límite de lo que un relevante protagonista de la escena política tiene el deber de soportar».

La sentencia, contra la que cabe interponer recurso de casación ante la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo, subraya que para la consideración jurídica de intromisión ilegítima en el derecho al honor «no basta con que unas declaraciones tengan un carácter ciertamente ‘molesto o hiriente’ desde la consideración subjetiva de la persona aludida, pues ha de realizarse desde parámetros de carácter objetivo, siendo preciso para ello preciso que las expresiones utilizadas puedan percibirse, desde ese plano objetivo, como meras vejaciones animadas por la exclusiva intención de zaherir y dañar, sin conexión con el ejercicio de la crítica política y las formas usuales de manifestarla ante la opinión pública».

Según la sentencia del TSJA, las declaraciones en las que Pizarro acusó a Arenas de utilizar un ‘discurso de matón de discoteca’ son un «legítimo ejercicio de la libertad de expresión de un representante político que, ni en sí misma consideradas, ni menos aún en relación con su contexto, pueden considerarse de carácter injurioso o insultante».

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