“La trama de robo de niño durante el siglo XX se ha llevado una desagradable sorpresa con el ADN”
Un día piensas en el poco parecido físico que guardas con tus padres, te extraña que te tuvieran como primer hijo más allá de los 40 y no has visto en ningún álbum una foto de tu madre embarazada. Entonces surge la pregunta incómoda cuya respuesta puede ser el golpe más duro que recibas en tu vida. Tus padres son falsos.
Repuestos del impacto inicial muchas personas recurren a abogados como Enrique J. Vila Torres con una partida de nacimiento que jurarían que es falsa. Así, en bufetes como este llevan quince años investigando casos de personas que fueron, literalmente, robadas cuando eran bebés y vendidas a matrimonios con los que no les unía ningún lazo familiar.
El letrado Vila Torres recoge en el libro «Historias robadas» (Ed. Temas de Hoy) algunos de estos casos y cuenta en esta entrevista con Periodista Digital que
«Empezamos a detectar que entre las personas que acudían a para encontrar sus orígenes biológicos había quienes nos presentaban partidas de nacimiento falsas.»
«Es verdad que durante los años posteriores a la Guerra Civil hijos de mujeres republicanas fueron entregados a familias afines al régimen. Pero una vez acabada la represión el negocio continuó. Tanto es así que tenemos casos registrados de robo de niños incluso de los años 90.»
Enrique J. Vila Torres acaba de presentar ante la Fiscalía General del Estado 261 casos de niños robados durante las últimas tres décadas en hospitales y clínicas repartidas por toda España. A través ANADIR (Asociación Nacional de Afectados por las Adopciones Irregulares) confía en que, a pesar del tiempo trascurrido en algunos casos, el delito tipificado como «suposición de parto» no prescriba.
«Todavía hay pocas manifestaciones de jueces y fiscales al respecto y por eso queremos que la denuncia presentada saque a la luz la trama mafiosa de robo de niños sorprendentemente extendida por toda España.»
«Lo que nos anima a seguir es que ya hay algunos fiscales que están investigando algunos casos de forma independiente. Y un fiscal no se pone a trabajar si pensara que el delito ya ha prescrito».