Un juez rechaza la denuncia del controlador que mantuvo cerrada una pista de Barajas

El titular del Juzgado de lo Social número 34 de Madrid, Antonio Seoane García, ha desestimado la demanda contra AENA interpuesta por el controlador y Jefe de Sala que fue expedientado por el ente por mantener cerrada una de las cuatro pistas del aeropuerto de Madrid-Barajas, en pleno puente de diciembre del año pasado, alegando falta de personal a raíz del cierre de la torre de control Sur por olor a queroseno.

AENA abrió un expediente disciplinario a dos de los jefes de la torre de control de Barajas por «extralimitarse en sus funciones» durante varios días en los que el aeropuerto madrileño operó solo con tres pistas, en lugar de las cuatro de las que dispone. Concretamente, al demandante le sancionó con 30 días de suspensión de empleo y sueldo por falta grave tipificada como desobediencia a sus superiores en servicio.

En la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, se considera probado que el demandante, en calidad de Jefe de Sala, incumplió la circular operativa del director de Operaciones de Navegación Aérea de AENA que obliga a asignar funciones de controlador a uno o varios supervisores cuando el número de controladores en servicio sea inferior a 16 para que permanezcan abiertas las cuatro pistas de Madrid-Barajas y mantener «la mejor operatividad» del mismo.

Madrid-Barajas dispone de tres torres –Norte, Sur y Este–, de forma que desde la primera se controla el tráfico aéreo y desde las otras dos el desplazamiento por tierra de las aeronaves (rodaduras), y de cuatro pistas de despegue y aterrizaje.

El jefe de Sala ordenó el cierre de la citada torre, desde la que se controla la rodadura de aviones de las terminales 1 y 2, después de que tres controladores fueran hospitalizados por intoxicación de vapores de queroseno y dados de alta al día siguiente en los días previos al puente de diciembre del año pasado.

El personal destinado en dicha torre pasó a la Torre Norte para realizar desde esta dependencia sus funciones, tal y como se había hecho anteriormente por el mismo problema.

DESOBEDECIO UNA CIRCULAR

Ante la incidencia, el director de Operaciones emite una circular dirigida a los Jefes de Sala para que mantengan las cuatro pistas operativas reconfigurando los turnos y ubicando a supervisores en puestos de control si el número de controladores es inferior a 16, orden que el tribunal considera «legítima» al venir de la Autoridad Civil de Navegación.

Durante los días que permaneció cerrada dicha torre, el tráfico en dicha zona fue asumido por la torre Norte, lo que afectó a la operatividad del aeródromo durante los primeros días del puente de la Constitución, con retrasos de hasta una hora.

Al respecto, el juez rechaza el alegato del demandante, que argumentó que no estaba obligado a mantener abiertas la totalidad de las pistas pese a contar con controladores suficientes al no estar operativas todas las torres, ya que existía un supervisor en la torre Norte para controlar el despegue y aterrizaje de los aviones.

Asimismo, considera que si el controlador sancionado tenía dudas sobre la interpretación de la orden debía haber recurrido a la autoridad laboral lo que no hizo, además de quedar probado por la transcripción de las grabaciones de «un acuerdo unánime de cerrar pistas por escasez de personal».

En el trasfondo de lo ocurrido subyace el conflicto entre controladores aéreos y AENA. El sindicato USCA ha denunciado en varias ocasiones que desde 2003 se vienen produciendo fugas en la canalización de queroseno de la plataforma que, pese a que se han venido sellando por parte de AENA, han dejado un poso que hace que los vapores emanen produciéndose un «efecto chimenea» con la escalera de la torre que alcanza al centro de control. El ente público asegura que los valores son «normales», después de las mediciones realizadas.

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