Condenado a 14 años de cárcel un hombre acusado de estrangular a una menor en un restaurante de Aspe (Alicante) en 2008

La sección primera de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a un total de 14 años y cinco meses de prisión a un hombre acusado de asfixiar a una chica de 17 años, con la que mantenía una relación «amistosa de cierta intimidad», después de discutir con ella en el restaurante de comida china que la madre de la fallecida regentaba en Aspe (Alicante), el 25 de abril de 2008.

El tribunal ha condenado a Xifeng H., de nacionalidad china, a 11 de años de prisión por un delito de homicidio, a tres años de cárcel por otro de robo con violencia, a cinco meses por posesión de material pornográfico con imágenes de menores, así como a indemnizar a la madre de la fallecida con 97.440 euros.

Inicialmente, la Fiscalía solicitaba para el acusado una pena de 12 años y seis meses de prisión por un delito de homicidio, tres años de cárcel por otro de robo y once meses de prisión por un delito de tenencia de material pornográfico con imágenes de menores.

A pesar de que el acusado negó ser el autor de los hechos durante la celebración de la vista oral y que aseguró que no mantenía ninguna relación con la víctima, la Audiencia ha considerado que existe prueba indiciaria suficiente para considerar de manera «inequívoca» que el procesado es el autor de los delitos por los que ha sido condenado.

En este sentido, la sala ha estimado que la declaración del acusado ante la Guardia Civil cuando fue arrestado –convertida en prueba hábil por su incorporación al plenario– «merece plena credibilidad», porque la prestó «espontáneamente, sin influencias o injerencias externas».

En ella, el procesado indicó que había estado en el restaurante en la tarde en la que ocurrieron los hechos y ofreció detalles «significativos» sobre circunstancias «coetáneas» que han sido «confirmadas» por varios testigos, como que llevaba un bolso bandolera, que llamó de forma insistente a la persiana del restaurante y que conversó con la fallecida para que ésta le abriera la persiana, así como que, en otras ocasiones, había esperado a que se marchara el personal del restaurante para encontrarse con la víctima.

De este modo, la sala ha entendido que existen «corroboraciones indiciarias de la declaración policial del acusado» aportadas por diferentes testigos que sitúan, en el momento de los hechos, a una persona cuya descripción coincide con la del acusado en la puerta del restaurante y que mantienen que el procesado tenía una relación con la fallecida.

Así, el tribunal ha considerado probado que Xifeng H. «mantenía una relación amistosa de cierta intimidad» con la fallecida, de 17 años, y que el 25 de abril de 2008, el acusado, sobre las 16.30 horas y tras la salida del personal del restaurante en el que sucedieron los hechos, se acercó a la persiana del establecimiento –entreabierta unos centímetros– y la golpeó «enérgicamente durante varios minutos».

Posteriormente, el acusado conversó con la víctima hasta lograr que ésta abriera la persiana del restaurante, y habló con ella en el interior durante un «largo rato», hasta que se suscitó «una discusión entre ambos» en el curso de la cual, el procesado «cogió por el cuello a la joven, le apretó con fuerza y le introdujo, además, unos papeles en la boca».

Todo esto provocó que la víctima no pudiera respirar y quedara inconsciente y agonizante por asfixia en el suelo del restaurante. Tras esto, Xifeng H. robó 200 euros de la caja registradora del establecimiento, cogió dos teléfonos móviles y se marchó del lugar, tras cerrar la persiana con un mando a distancia que había obtenido.

Sobre las 19.00 horas, la madre de la fallecida volvió al restaurante y encontró a su hija en el suelo, por lo que avisó a los servicios de emergencias, que sólo pudieron certificar la muerte de la joven.

La Guardia Civil inició una investigación por estos hechos, que se centró en las personas del entorno próximo de la difunta, y descartó a todos los investigados «por no encontrar indicios de su participación en el suceso». Sin embargo, transcurridos varios meses, relacionaron al acusado con lo sucedido al recuperar éste una bandolera cuya desaparición había denunciado en agosto de 2008.

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Autor

Irene Perezagua

Ejecutiva de cuentas en Interprofit. Fue redactora de Periodista Digital entre 2011 y 2013

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