El portavoz de la izquierda abertzale José Luis Moreno Sagües, ‘Txelui’, ha asegurado en la Audiencia Nacional que los militantes de esta fuerza política han acometido «un debate histórico, con mayúsculas, unilateral e irreversible» para apostar por «un cambio de estrategia» hacia «vías pacíficas y democráticas» al margen de la organización terrorista ETA. «La izquierda abertzale, para bien o para mal, cuando toma una decisión la hace», ha asegurado.
Moreno Sagües, que se enfrenta a una pena de hasta 14 años de cárcel en el juicio por la reconstrucción de Batasuna a través de Bateragune, ha manifestado que el proyecto en el que se han embarcado las bases de la izquierda abertzale «no tiene vuelta atrás y no ha estado condicionada a la represión recibida por el Gobierno ni a nada». Al ser preguntado si el denominado «grupo de Otegi» actuaba «por orden de ETA», ha señalado: «¡Qué va, qué va, qué va!».
Durante su intervención, en la que ha citado al ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja (PP) para asegurar que la izquierda abertzale «no miente nunca», el acusado ha asegurado que nunca recibió órdenes de ETA y ni siquiera sabía lo que significaba la palabra Bateragune, ya que se la escuchó «por primera vez» al juez Baltasar Garzón, cuando ordenó su detención en octubre de 2009. «Después de salir en libertad, me dije: ‘¿Qué cojo… perdón, qué es esto?», ha dicho.
«COMPETIR LEGALMENTE»
Moreno Sagües, que es miembro del sindicato LAB y fue concejal de Herri Batasuna (HB) en la localidad navarra de Burlada, también ha relatado que se sumó a los planes del ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi para «crear un espacio potente que pudiera cambiar la correlación de fuerzas con el PNV y competir legalmente».
En este sentido, se ha mostrado convencido de que este proyecto ha sido impulsado fundamentalmente por el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi. «Me dio la impresión de que era él, él tenía algo en la cabeza y quería corroborar si había más gente que estaba de acuerdo», ha explicado ante el tribunal.
En otro punto de su declaración, ha afirmado que cuando fue detenido en octubre de 2009 por orden del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón le quitaron unas llaves que pertenecen al Gobierno Foral de Navarra, en el que desarrolla funciones de delegado sindical.
«Me preocupa que algo que no es mío esté por ahí pululando», ha dicho. La presidenta del tribunal, Angela Murillo, le ha tranquilizado al final de la sesión: «No se preocupe que las llaves se las damos nosotros».
