Miles de personas se han sumado esta tarde a la manifestación convocada en San Sebastián para mostrar su rechazo al juicio por el Caso Bateragune y, a cuyo término, se ha leído un comunicado en el que sus convocantes aseguran que no quieren «la violencia de ETA», ni las «políticas represivas de los estados español y francés».
La marcha había sido convocada ante el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional en Madrid y para reclamar la absolución de los encausados, entre otros, el dirigente de la izquierda abertzale Arnaldo Otegi y el ex secretario general de LAB Rafa Díez Usabiaga, acusados de intentar reconstruir la ilegalizada Batasuna.
La marcha ha arrancado sobre las seis menos diez de la tarde del túnel del Antiguo en la capital guipuzcoana bajo el lema ‘Epaiketa politikorik ez. Aterabideak aurrera’ (‘Juicios políticos no. Salidas hacia adelante’) en una pancarta que portaban los convocantes de la manifestación, entre ellos, el ex coordinador de EB, Javier Madrazo, el periodista Xabier Oleaga, y el representante de CC.OO., Jesús Uzkudun, entre otros.
Entre los asistentes se encontraban, representantes de la izquierda abertzale como Tasio Erkizia, Txelui Moreno, Joseba Alvarez, Rufi Etxeberria, el diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, el dirigente de EA Maiorga Ramírez, el parlamentario de esta formación Juanjo Agirrezabalaga, el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta, representantes de LAB, como su ex secretario general, Rafa Díez Usabiaga, y miembros de Lokarri como su portavoz Paul Ríos.
La marcha ha transcurrido por el Paseo de la Concha y el centro de la ciudad y, en el transcurso de la misma, los asistentes han coreado gritos a favor de la independencia y del acercamiento de los presos de ETA.
La manifestación ha concluido pasadas las siete de la tarde ante el Boulevard, donde se ha dado lectura a un comunicado, leído por la andereño Kontxita Beitia y el periodista Xabier Oleaga.
«CONCIENCIA CRITICA»
En la declaración, tras agradecer la respuesta a la marcha, han señalado que es el momento de «exteriorizar la conciencia crítica de la sociedad vasca» para que llegue a las instancias judiciales españolas. «La convocatoria de hoy ha tenido un eco indiscutible, que tomen nota», han añadido.
En el texto, han afirmado que no quieren «más juicios políticos como el de Bateragune», que, a su juicio, forman parte «del pasado». Por ello, han reclamado «democracia para los ciudadanos de Euskal Herria» y han defendido los derechos humanos «para todas las personas».
«Queremos el respeto efectivo a los derechos civiles y políticos, ese debe ser el futuro y queremos ahora el futuro sin esperar más. No queremos políticas represivas de los estados español y francés contra nuestro país, no queremos la violencia de ETA, en general no queremos violencia política de ningún tipo, queremos paz», han añadido.
Asimismo, han reclamado que se archiven los sumarios abiertos por los casos de ilegalización y que «se revisen los casos de cientos de habitantes de este país que están cumpliendo pena, que los saquen de la cárcel».
En la declaración, se asegura también que hay «mucho en juego» en el caso Bateragune, que, a su juicio, es un «precedente para procesos posteriores si tenemos en cuenta las características del momento político actual». Tras recordar los casos de Egunkaria y Udalbiltza, han señalado que también en este proceso «debería ser imposible ninguna otra sentencia que no fuera la absolución».
«Más si cabe en este caso, en el escenario político vasco se han dado cambios profundos en los últimos tiempos para superar la violencia política, han sido muchos los que han intervenido e intervienen en esa cocina, pero, entre todos, les corresponde un particular protagonismo a los encausados en el proceso Bateragune. Todo el mundo lo sabe aquí, hace falta también que llegue a las instancias judiciales españoles. Derechos civiles y políticos para quienes se les niegan, para los procesados en el caso Bateragune, absolución», han añadido.
Por último, han destacado que han recibido un documento de apoyo desde Cataluña suscrito por 90 personas, entre ellos, el ex presidente de ERC, Carod Rovira.
