El alcalde de Lorca (Murcia), Francisco Jódar, declarará este lunes en relación al caso Limusa

El alcalde de Lorca, Francisco Jódar, declarará, previsiblemente, este lunes en la Sala del Jurado del Palacio de Justicia de Murcia, a las 9.30 horas, en la que será la quinta sesión del juicio oral por el caso Limusa, por el que se investiga una presunta trama de corrupción entorno a la empresa de limpieza municipal lorquina con el mismo nombre.

Cabe recordar que en la primera sesión del juicio se retiró la acusación contra el ex alcalde de Lorca, Miguel Navarro, y contra los empresarios, Juan Antonio Franco y Antonio Francisco Córcoles porque, según explicó el fiscal anticorrupción, Juan Pablo Lozano, «las acusaciones han prescrito».

Asimismo, el fiscal del caso Limusa, Juan Pablo Lozano, llegó a un acuerdo de conformidad respecto a tres de los acusados; se trata del ex diputado regional y ex consejero de Limusa, Bartolomé Soler, aunque no así con el delito de ‘mobbing’; el ex concejal Jesús Molina, y el interventor municipal Francisco Javier Poyato, que han aceptado las nuevas penas solicitadas.

Así, Soler se conformó con cumplir las penas de un año, un mes y 15 días de prisión, también de inhabilitación especial para el derecho de sufragio activo y pasivo al considerar que los delitos cometidos están relacionados con el ejercicio de su cargo público como miembro electo y concejal.

Además, de seis meses de multa, con una cuota diaria de 11 euros (1.980 euros), la pena de cuatro meses y 15 días de prisión y multa de cinco meses con la misma cuota diaria por otro delito de falsedad, pero en grado de tentativa (1.650 euros). También la obligación de devolver los 30.000 euros malversados, cantidad que había consignado con anterioridad ante el tribunal.

Por su parte, Poyato se conformó con un año, seis meses y un día de prisión y la obligación de pagar seis meses de multa, con una cuota diaria de 10 euros (1.800 euros), por el delito de falsedad en documental mercantil y un año y seis meses de inhabilitación especial para empleo o cargo público por un delito de malversación, además de devolver los 15.000 euros malversados, que ya tiene depositados.

Mientras a Jesús Molina, que fuera consejero delegado de Limusa desde su designación en 1999 hasta 2003 y vocal desde julio 2003 hasta 2007, se le impuso la pena de cuatro meses y 15 días de prisión, multa de cinco meses a razón de siete euros diaria (1.050 euros) por el delito de falsedad en documento mercantil en grado de tentativa.

Por lo que, el único que iría finalmente a prisión por este caso, de considerarse, sería el ex gerente, Francisco Gil Eguino, ya que la condena para el resto de imputados es inferior a dos años y no tienen antecedentes.

UNA INTENSA SEMANA

Unas semanas más tarde, y sin conseguir llegar a un acuerdo –el pago de 240.000 euros–, el principal imputado del caso de corrupción Limusa, Francisco Gil Eguino reconoció en el juicio oral, que, aprovechando un viaje a Sevilla en abril de 2004, «realizado por motivos de trabajo y fuera del horario laboral y acompañado por diversas personas y personalidades que no recuerdo», abonó, con cargo a fondos de Limusa, 5.618 euros en una casita de alterne.

Gil Eguino, acusado de un delito de malversación y falsedad de la factura de proveedores con todo tipo de gastos, malversación con falsedad, así como de prevaricación en lo referente a la mejora y al maltrato a los trabajadores de Limusa y beneficios que otorgaba a su mujer y de falsedad en documento mercantil, declaró que no era un hostigador, «siempre he respetado a la gente, soy conciliador y si me ha pasado esto es porque soy gilipollas».

Posteriormente, su mujer, Ofelia González, a la que se le imputa la utilización de fondos de Limusa para costear los estudios universitarios de su hija, declaró entre lágrimas que en su vida había hecho nada ilegal.

Asimismo, manifestó que la gestión de la empresa municipal no se vio nunca mermada «ni un minuto ni cinco» por las empresas privadas de Francisco Gil Eguino y dijo que nunca escuchó que nadie se quejara por eso y que si alguien hacia una hora de más, «la cobraba, pero no del dinero de Limusa».

Tampoco escuchó que nadie hablara mal de su marido, «la mayoría le estaba agradecido y aseguraba que habían aprendido mucho con él y eso que era exigente, pero primero con él mismo», indicó.

Un día más tarde, el letrado de la acusación, Ricardo Mateos, defensa del trabajador Jacinto Parra, que denunció la trama de Limusa y denunció a Francisco Gil Eguino y a Bartolomé Soler por un presunto delito de ‘mobbing’, decidió retirar la acusación contra el ex diputado, aunque ha mantenido la acusación contra el principal imputado del caso de corrupción.

Por su parte, Jacinto Parra declaró que Gil Eguino era un «dictatorial» y un «tirano» y dos trabajadores de Limusa confirmaron que era una persona «autoritaria».

En la última sesión de la semana el actual concejal del Ayuntamiento de Lorca, Melchor Morales afirmó que Gil Eguino le propuso nada más llegar a la Corporación municipal abrirle cuentas en diferentes restaurantes que el denegó.

Por su parte, el que fuera concejal en el Ayuntamiento de Lorca y consejero delegado de Limusa durante doce años y que cesó en la empresa municipal en el año 1999, Miguel Miras, declaró que «jamás» había visto y recibido sobres de 4.000 euros de empleados de Limusa por sociedades que compartía con Eguino.

En el marco de esta trama fueron detenidos y puestos después en libertad con cargos ex concejales del PSOE en el Ayuntamiento lorquino, entre ellos el ex alcalde socialista regidor de este municipio lorquino durante 13 años, Miguel Navarro; el ex gerente de Limusa, un dentista, un notario, un corredor de seguros y empresarios.

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