El colectivo de presos de ETA que ha expresado su apoyo al Acuerdo de Gernika ha defendido también su papel como protagonista «imprescindible» en la solución del «conflicto vasco», y han rechazado beneficios penitenciarios individuales.
Este llamado «Colectivo de Presos y Presas Políticos Vascos» (EPPK), que agrupa a unos 800 reclusos de ETA, ha enviado un comunicado al diario Gara, que lo publica íntegro en su edición de hoy. La edición digital de este diario ya adelantó ayer parte del contenido.
Los reclusos de ETA se han sumado al acuerdo de Gernika, firmado hace un año, el 25 de septiembre pasado, que pedía a ETA un «alto el fuego permanente, unilateral y verificable por la comunidad internacional como expresión de voluntad para un definitivo abandono de su actividad armada».
ETA declaró posteriormente, el 10 de enero de este año, un alto el fuego, pero no el abandono definitivo de su actividad, un cese total al que los presos tampoco se refieren en su comunicado.
En el texto publicado hoy, los presos etarras se han declarado «con total humildad, pero completamente convencidos», como «imprescindibles a la hora de enmarcar y lograr una solución al conflicto que padece nuestro pueblo».
Los presos han reclamado que se les aplique «de forma inmediata y sin contrapartidas los derechos que nos pertenecen» y han rechazado cualquier beneficio penitenciario de carácter individual.
«Nos situamos -han asegurado- más allá de los intereses del individuo. No aceptaremos la despreciable política de beneficios personales que nos ofrecen España y Francia».
En este marco, han ofrecido su respaldo al Acuerdo de Gernika, que consideran «un salto» en el proceso hacia «la solución democrática al conflicto político y armado», que, además, recoge sus demandas de «solventar nuestras situaciones extremas en el camino a la amnistía».
Ayer, la edición digital de Gara adelantó unos párrafos en los que el colectivo de presos manifestaba su «compromiso firme de empujar para avanzar en el proceso democrático», «por encima de los límites y los obstáculos de los Estados que nos tienen cautivos».
Pese a aceptar que lograr que ese escenario democrático «no es un reto cualquiera», los presos de ETA han recalcado su «convencimiento» de conseguirlo y anunciado su «compromiso total con impulsar el proceso democrático hasta el final».
