El exdirector general de la filial digital de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), José Luis Rodríguez Neri, acudirá este martes al Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid para ratificar la querella que ha interpuesto contra el actual directivo de la SGAE Pablo Hernández Arroyo por la presunta falsificación de su firma en las actas de la Junta General de la SDAE celebrada el 30 de junio de 2008.
José Luis Rodríguez Neri interpuso hace unos días ante un juzgado de guardia una querella por un posible delito de falsificación de documento privado contra Hernández, quien actuó como secretario de la Junta en la que los miembros del Consejo de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE) aprobaron el balance de las cuentas correspondientes al año 2007.
La demanda ha recaído en el Juzgado de Instrucción número 43 de Madrid, cuya titular ha citado para las 9.30 horas de mañana a Neri para que ratifique su demanda. A partir de este momento, la magistrada citará a Hernández Arroyo y decidirá si admite a trámite la querella.
El querellante solicita que llame a declarar, en calidad de testigos, a los miembros que componían el Consejo de Administración, entre ellos el ex presidente de la SGAE Teddy Bautista.
La propia SGAE ha confirmado la existencia de firmas «burdamente imitadas» en el acta por la que los miembros del Consejo de la SDAE aprobaron sus cuentas del año 2007, según ha revelado la comisión de expertos a los que encomendó una investigación interna tras abrirse una investigación por la Audiencia Nacional sobre la actividad de los responsables de esta entidad.
Fuentes de la SGAE han señalado a Europa Press que en dicha acta la firma de Neri no es la única falsa, ya que su propia Comisión de Investigación, encabezada por el ex magistrado del Tribunal Supremo Ramón López Vilas, ha detectado que la hoja de firmas de todos los miembros del Consejo que aprobaron las cuentas de la SDAE del año 2007 «no es la auténtica».
Entre los afectados por estas falsificaciones se encuentran, además de Neri, el cantante Mikel Erentxun o el cineasta Imanol Uribe.
Las mismas fuentes niegan cualquier responsabilidad en estos hechos de Pablo Hernández y señalan que la querella de Neri puede obedecer a una estrategia para perjudicar a los actuales directivos de la entidad y defenderse de la causa que se instruye contra él en la Audiencia Nacional por irregularidades en la gestión.
