'No nos iremos de aquí sin una orden de desalojo', dice Sánchez Gordillo
Juan Manuel Sánchez Gordillo, el alcalde de Marinaleda que va camino de ser más famoso que Belén Esteban, asegura que no se irán «hasta que venga una orden de desalojo».
«Pueden venir a provocarnos, pero no nos vamos a ir, vamos a resistir pacíficamente, queremos una orden del juez», de lo contrario, ha avisado que pasarán la noche en el Palacio de Moratalla, reconvertido en hotel de lujo, en el término municipal cordobés de Hornachuelos.
Asegura que no quiere «incidentes«, sino que el objetivo es permanecer de manera «pacífica«, «el mayor tiempo posible».
Y ha pedido a sus compañeros:
«No toquéis nada, que no es nuestro»
Más de 400 personas han ocupado el Palacio dentro de la segunda etapa de la marcha obrera organizada por el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), tras su paso por la provincia de Jaén.
La entrada a la finca, pasadas las 12,30 h. del martes 21 agosto 2012, se ha producido por «un resquicio» junto a la puerta, además de «subir entre unas zarzas».
En ese momento, hasta una veintena de agentes de la Guardia Civil se encontraban custodiando la puerta principal de acceso a la finca, perteneciente a un conocido aristócrata andaluz.
Los agentes «no han podido actuar» y esperan para recibir la orden de desalojo de las personas que se encuentran en el interior de la parcela.
EL PALACIO DE MORATALLA
El edificio principal de la finca ocupada ha sido rehabilitado recientemente para su explotación como alojamiento turístico de lujo.
Cuenta con ocho hectáreas de jardines que fueron diseñadas por el arquitecto paisajista francés Forestier, responsable también del diseño del Parque de María Luisa de Sevilla.
El portavoz del SAT, Diego Cañamero, ha explicado que tras la rehabilitación del edificio de la finca, «las empresas no han pagado a los trabajadores y no cumplen el convenio», además de «explotar a los inmigrantes».
Desde el SAT, aseguran que quieren «unir las luchas del campo y de la ciudad» mediante esta marcha, que concluye con una concentración «contra la represión sindical y la criminalización que se sufre por parte del Gobierno», al tiempo que reivindican «no pagar la deuda, dado que la mayor deuda existente es privada, de los bancos en su mayoría, y los distintos gobiernos del PSOE y del PP y el andaluz y español, plegados al capitalismo, están socializando las pérdidas privadas a través de recortes».
Reclaman «la derogación de todos los recortes, la prohibición de los desahucios y los despidos, el reparto de la riqueza y del trabajo, o la elevación del salario mínimo a mil euros», entre otras reivindicaciones.