Posiblemente el jueves concluirá su etapa y dado que tiene 70 años, se jubilará
El presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, ha eludido este 16 de junio de 2012 mencionar la palabra dimisión (su dimisión), pero ha sugerido que tomará una decisión «rotunda y contundente» durante el pleno previsto para el próximo jueves.
En otras palabras: que tirará por fin la toalla el 21 de junio.
Al menos esa es la convicción con la que han abandonado al mediodía la sede del Consejo del Poder Judicial los 20 vocales que integran el pleno, y que le han retirado la confianza.
El también presidente del Consejo General del Poder Judicial, tras escuchar en la voz de 14 vocales que el escándalo de sus 32 viajes y su impacto en la opinión pública había generado una situación «insostenible», dejó entrever que esa «contundente» decisión será dimitir.
Eso sí, ha pedido a sus colegas que le permitan seguir en el cargo hasta el jueves por «responsabilidad institucional».
Y es que entre este lunes y el miércoles el Tribunal Supremo celebra su bicentenario, a cuyos fastos tienen previsto acudir el Rey de España y numerosos presidentes de cortes de justicia extranjeros.
Si no dimitiese el jueves, sus colegas (que son quienes le eligieron) activarán los mecanismos legales para destituirle.
Aunque ninguno duda ya que a Dívar, la primera autoridad judicial del Estado, apenas le quedan cuatro días en el cargo. De hecho, los dos puntos que constituían el orden del día de hoy se trasladan automáticamente al pleno de jueves: uno, suscrito por cinco vocales, en el que se pedía a Dívar que dimitiera ya, sin esperar siquiera al lunes, y otro en el que se solicita su remoción / destitución y que abandera el progresista José Manuel Gómez Benítez, el vocal que ha destapado el escándalo de los viajes caribeños de Dívar a Puerto Banús (Marbella) y a otras ciudades españolas.
Por unanimidad, los vocales accedieron a que posponga su dimisión hasta el jueves, lo que permitirá a Dívar acompañar al Rey y demás autoridades durante los actos del bicentenario.
No todos los vocales ven adecuado que Dívar acompañe a don Juan Carlos en estos actos, pero entienden que, al fin, hay una asunción de responsabilidades por no haber explicado ni detallado los viajes ni los casi 30.000 euros de ellos cargados a las arcas del Consejo del Poder Judicial.
Como explica José Antonio hernández en ‘El País’, no ha sido un pleno especialmente tenso. Han sido tres horas de unanimidades en temas sustanciales. La discrepancia fundamental es en la fecha de dimisión; esto es, si convenía que Dívar siga hasta el jueves.
Se han producido cinco voto concurrentes a favor de que se marche ya, sin esperar a los actos de la semana. Esta opción la defendían cinco vocales: Félix Azón, Inmaculada Montalbán, Margarita Robles y Carles Cruz, todos ellos propuestos por el PSOE y miembros de la Asociación Jueces para la Democracia. Y a ellos se ha sumado Margarita Uría, vocal de sensibilidad también progresista y que fue propuesta para el Consejo por el PNV. El otro punto que se trasladaría automáticamente al pleno del jueves, en caso de que Dívar se echase para atrás, es el de su remoción, que defiende Gómez Benítez, vocal propuesto por el PSOE.
El pleno de este sábado, de tres horas de duración, se ha iniciado pasadas las 11 de la mañana en medio de una gran expectación mediática.
Antes del pleno, Gómez Benítez, públicamente, apeló a sus compañeros para que actuaran «en conciencia» ante la «insostenible» situación que flagela la imagen de la justicia por los 32 viajes en largos fines de semana que ha efectuado su máximo representante, sin que conste en todos los casos el carácter oficial de los mismos.
Para que se aprobara la exigencia de dimisión, que no es vinculante, era suficiente con que hubiera más votos favorables que contrarios, es decir, mayoría simple.
No ha hecho falta que se produjera la votación ante la predisposición de Dívar, una vez que sus colegas le habían retirado la confianza, a no alargar más sus agonía y arrojar la toalla, como muy tarde el jueves próximo.
Fuera del Consejo, se había quedado sin apoyos y casi todo el mundo le pedía ya su dimisión: las tres asociaciones judiciales, la conservadora Asociación profesional de la Magistratura, con la que él tiene una mayor afinidad; la moderada Francisco de Vitoria, y la progresista Jueces para la Democracia.
También el PSOE, el partido que le propuso para la presidencia del Consejo y del Supremo ante el júbilo del PP, había solicitado su renuncia al cargo, al igual que 17 jueces decanos de las principales ciudades españolas. Dívar se había quedado solo.
Posiblemente el jueves concluirá su etapa. Y dado que tiene 70 años, se jubilará.