Hoy se cumplen 15 años de aquel inolvidable 1 de julio de 1997 en el que España recibió la buena noticia de la liberación, por agentes de la Guardia Civil, del secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara.
La banda asesina mantuvo a este funcionario de prisiones en cautiverio 532 días. Sin duda alguna, el secuestro más largo de ETA.Ortega Lara permaneció en un zulo de dos por tres metros y una altura de un metro ochenta ubicado en una nave industrial de la localidad de Mondragón (Guipúzcoa).
El entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, rememora para LA GACETA aquellos difíciles momentos. «El secuestro de Ortega Lara ha sido el mayor chantaje de ETA a España». Y es que «los terroristas lo utilizaron para avanzar en sus objetivos de independencia y autodeterminación. Buscaban la ruptura de España».
Pero lo más triste de todo fue que «este chantaje de los terroristas era apoyado por las opciones nacionalistas que trataban de extorsionarnos, lo que suponía contar con más aliados. Concretamente el PNV aumentaba cada día el cerco de presión contra el Gobierno de Aznar», subraya.
La angustia vivida durante casi año y medio tuvo su recompensa. La liberación de Ortega. «Cuando se viven momentos dramáticos la alegría posterior es infinita. Fue uno de los días más felices de mi vida», apunta Mayor Oreja.
Todavía recuerda «la emoción y los nervios de la víspera al rescate cuando la Guardia Civil me dice que tienen localizado casi al cien por cien el zulo donde está secuestrado Ortega Lara». La paciencia y el temple de los nervios estaban fuera de toda duda. La noche fue muy larga.
De hecho, en la madrugada del día 1 la Guardia Civil detiene a los terroristas, a los que llevaban tiempo vigilando, y se trasladan a la nave industrial de Mondragón. Allí comienzan los minutos más tensos de la liberación. «Cualquier error lo habría condenado a una muerte segura», según Enrique Rodríguez de la Rubia, agente que liberó a Ortega. «El tiempo corría en nuestra contra y había que ir con pies de plomo», comenta.
«Los dos protagonistas de aquel 1 de julio fueron Ortega Lara y la Guardia Civil. El primero por su fortaleza al aguantar un cautiverio terrible y las Fuerzas de Seguridad del Estado por su trabajo concienzudo y profesional».
La resistencia del secuestrado no tuvo límite, después de haber perdido 23 kilos y sufrir un cuadro de fiebres, diarreas y hongos a causa de la gran humedad y poca ventilación del zulo. La escasa luz que tenía le impedía leer. Según su testimonio, la desesperación por el cautiverio le llevó a planear su suicidio el 5 de julio, fecha de su aniversario de bodas, ya que nunca perdió la noción del tiempo.
Durante los 532 días se sucedieron por toda España actos multitudinarios de solidaridad y apoyo a Ortega Lara, aparte de pedir a ETA su inminente liberalización. Al mismo tiempo arreciaban las críticas al Gobierno del PP por no ceder al chantaje de los terroristas.
Los mismos finesRecientemente Ortega Lara ha negado que ETA «esté derrotada» porque, muy al contrario, ahora cuenta con financiación e información para conseguir sus fines. En este sentido, Mayor Oreja declara a este diario que «15 años después tenemos lo mismo. ETA sigue apostando por la ruptura de España porque tienen los mismos objetivos aunque han cambiado de táctica». Y es que «los terroristas no están arrepentidos ni sienten la derrota», asegura Mayor Oreja.
El eurodiputado del PP no tiene duda que «el suicidio político al que se sometió el Gobierno de Zapatero con el proceso de negociación ha fortalecido la organización terrorista en un momento de debilidad de nuestra nación».