Creo que las tasas son manifiestamente injustas, desiguales y, algo mucho peor, nos han hecho retroceder 40 años en una justicia efectiva
A los 24 años ya era juez, nieto de Don Francisco Bermúdez, un magistrado purgado por Franco, toma posesión del cargo llevando la placa de su abuelo. Un legado que hoy sigue colgado de su cuello.
Enamorado de la justicia y de su colección de plumas, aficionado al deporte, a la música clásica y al Quijote. Amante de las motos y los sombreros.
Javier Gómez Bermúez ha sido uno de los jueces más jóvenes de la historia en entrar a formar parte de la Audiencia Nacional. Expresidente de la sala de lo penal de este tribunal español, azote de ETA.
Etiquetado como juez estrella, condecorado en tres ocasiones y presente en los juicios más importantes de la historia de nuestro país. Cuestionado por el poder político e invitado de honor, hacía más de dos años que no se sentaba en un plató de televisión.
Lo hizo este 7 de spetiembre de 2013, en laSexta Noche y tras una breve entrevista, el panel de tertulianos le pidió que valorase las declaraciones del Partido Popular, que ha afirmado que es la formación política que más ha colaborado con la Justicia.
El juez, sólido como un yunque de hierro, cotestó tajante:
«Desconozco si el Partido Popular colabora mucho o poco, pero el poder actúa siempre igual, da igual las siglas que sean».
Y añade a renglón seguido: «Colaboran todos los partidos con el juez, aunque una cosa es ajustarse a la legalidad y otra colaboración entusiasta».
Bermúdez calificó la Justicia como «una máquina trituradora», que puede ser «lenta«, pero que «al final come todo».
Sobre su labor profesional, puntualizó que no ha habido personalidades politicas, o formaciones, que se hayan negado a sus requerimientos:
«Yo no he tenido ninguna experiencia en la que ningún partido se haya atrevido a decirme no. De haber sido así, lo hubiera acusado de desobediencia al día siguiente, porque los jueces tienen mecanismos legales para obligar a todo el mundo a entregar lo que se les pida».
Bérmudez no ha quisó entrar a calificar de desobediencia el hecho de que el PP no haya entregado los discos duros de los ordenadores de Bárcenas al juez de la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, pero dejó caer una perla: «Yo no pido discos duros, yo los cojo».
LA FINANCIACIÓN ILEGAL DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS NO ES DELITO
El magistrado subrayó rotundo, para disgusto de Jesús Maraña, que la financiación ilegal en un partido político no es delito. Matizó que que sí pueden ser delito las relaciones derivadas de una entrega de dinero y posteriores concesiones a empresas.
Acerca de la destrucción de pruebas en un proceso de instrucción judicial, en relación al ‘caso Bárcenas’, Bermúdez no quiso entrar a valorar la independencia judicial de la persona responsable de la causa.
«No sabemos realmente lo que sabe el instructor. El juez responsable del caso está haciendo las cosas de la mejor forma de la que es capaz o que puede».
LA AMNESIA DE JAVIER ARENAS
Sobre las palabras de Javier Arenas ante el juez y el hecho de que hasta 76 veces dijera «no lo recuerdo», Bermúdez sostuvo que un testigo debe decir la verdad en todo caso y que el hecho de afirmar no recordar algo, cuando realmente sí se recuerda, también es mentir.
Agregó que es difícil de comprobar posteriormente.
LA INJUSTICIA DE LAS TASAS JUDICIALES
El magistrado Gómez Bermúdez mostró su rechazo a la ley de tasas, modificaciones introducidas en la administración de Justicia por el ministro Alberto Ruíz-Gallardón:
«Creo que las tasas son manifiestamente injustas, desiguales y, algo mucho peor, nos han hecho retroceder 40 años en una justicia efectiva».
Comparói Gómez Bermúdez la Juticia con la Sanidad: «También son caras las pomadas y eso no quiere decir que la sanidad tenga que ser de una forma u otra».
«La Constitución puso en marcha un sistema de Justicia que sostenía la tutela judicial efectiva para todos los españoles».
Comparói Gómez Bermúdez la Juticia con la Sanidad: «También son caras las pomadas y eso no quiere decir que la sanidad tenga que ser de una forma u otra».
«Las tasas son profundamente desiguales porque no tienen en cuenta la capacidad económica de quien acude a la Justicia».
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