Juan Jesús Narváez Goñi, alias "Pajas", y a Itziar Alberdi Uranga, alias "María", tienen 18 asesinatos a la espalda

Detenidos en México los dos etarras más sanguinarios que buscaba la Policía española

Detenidos en México los dos etarras más sanguinarios que buscaba la Policía española
Juan Jesús Narváez Goñi, alias 'Pajas', e Itziar Alberdi Uranga, alias 'María'. MI

Expertos españoles de la Comisaría General de Información (CGI) del Cuerpo Nacional de Policía y agentes del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CICEN)  de México han detenido en Jalisco a los etarras Juan Jesús Narváez Goñi, alias «Pajas«, y a Itziar Alberdi Uranga, alias «María«.

A estos facinerosos se les considera, a fecha de hoy, los miembros de la banda terrorista ETA reclamados por la Justicia con mayor número de asesinatos a sus espaldas.

Según han informado fuentes del Ministerio de Interior, las detenciones se han llevado a cabo en Puerto Vallarta, en el estado mexicano de Jalisco, en una operación conjunta de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CICEN) de México.

Ambos terroristas habían huido tras ser desarticulado el comando de la organización terrorista, con el que llegaron a cometer 18 asesinatos en un solo año.

Los dos criminales vivían al margen del colectivo «conocido» de refugiados de ETA (hay una amplia colonia en México), sino que residían en la clandestinidad, dentro de un llamado «colectivo cerrado».

Ambos fueron localizados, según la policía, en el marco de la campaña de investigación que ha permitido localizar a numerosos etarras dispersos por Reino Unido, Bélgica, Italia, Francia, Venezuela, Brasil y México.

Pajas, siempre según la información facilitada por Interior, formó parte a principios de los años 80 del comando legal (no fichado) X-1, que colaboró con el comando de liberados Nafarroa en la comisión de varios atentados y, que acabó con la vida de un agente de la Policía y de un capitán de la Guardia Civil en Pamplona, Navarra.

«En abril de 1987, y tras pasar a la clandestinidad, Narváez Goñi fue detenido en Marsella (Francia) y expulsado a España donde ingresó en prisión. En marzo de 1988, tras salir de la cárcel se incorporó de nuevo a las estructuras clandestinas de ETA. Goñi ha sido reclamado por la justicia en diez ocasiones».

Se le atribuye su participación en siete asesinatos.

Itziar Alberdi Uranga, por su lado, se puso en paradero desconocido en noviembre de 1986, tras la liberación del industrial alavés secuestrado, Lucio Aguinagalde, lo que conllevó la desarticulación del comando Araba para el que Alberdi realizaba labores de apoyo e infraestructura.

Itziar Alberdi ha sido reclamada por la justicia en siete ocasiones. Itziar Alberdi Uranga participó en el asesinato del catedrático Manuel Broseta.

Con posterioridad, ya a sueldo de la banda, se integraron en el comando Ekaitz, que entonces comandaba el conocido asesino José Luis Urrusolo Sistiaga.

Este grupo contaba con infraestructura en Barcelona, Zaragoza, Valencia y Tarragona. Su misión, según Interior, era «atentar en la costa mediterránea para boicotear los Juegos Olímpicos de Barcelona 92».

«Hasta la desarticulación de este comando, el 21 de marzo de 1992, y en el breve espacio de un año, este comando realizó numerosos atentados con explosivos y armas de fuego, con el trágico resultado de 18 asesinatos y numerosos heridos graves».

 

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