Un vídeo difundido este miércoles 3 de diciembre de 2014 en Italia muestra al capitán Francesco Schettino, acusado de ser el principal responsable del naufragio del Costa Concordia en el 2012, esperando un bote para abandonar el barco, lo que demostraría que no se cayó a uno de ellos, como alegó.
Es una de las pruebas aportadas por la acusación en el juicio por este siniestro en el que murieron 32 personas.
La prensa italiana difunde en sus páginas web la grabación del cuerpo de bomberos hecha durante la noche del naufragio en la que se ve a Schettino vestido con su traje de comandante esperando junto a otras personas en cubierta la llegada de un bote de salvamento mientras el barco está completamente inclinado.
NO SE CAYÓ
El vídeo será utilizado por la fiscalía para desmentir que el capitán «se cayó a una de las lanchas» en un movimiento brusco de la embarcación como sostiene su defensa y por ello no pudo dirigir las tareas de salvamento de los cientos de pasajeros que quedaban aún a bordo.
Aquella noche, el comandante de la capitanía de Livorno, Gregorio De Falco, llamó varias veces a Schettino para que volviese a bordo e informase de la situación y de los muertos que ya se habían producido, pero el capitán nunca volvió y se refugió en un hotel de la isla.
El juicio por el naufragio del crucero frente a las costas de la isla del Giglio, en Toscana, tras chocar con un escollo al acercarse demasiado a la costa, comenzó en julio de 2013 y Schettino es el único acusado, ya que los otros imputados pactaron penas entre uno y dos años de reclusión.
El comandante está acusado de homicidio culposo múltiple al morir 32 personas, abandono de la nave y de no haber informado inmediatamente a las autoridades portuarias de la colisión.
Desde ayer, Schettino está respondiendo a las preguntas de la fiscalía, que ya adelantó que pedirá 20 años de reclusión.
Durante el interrogatorio de ayer, Schettino explicó que no advirtió a nadie de la maniobra para acercarse a la isla, ya que ésta, conocida como «saludo», era algo que se realizaba habitualmente por motivos comerciales.
Asimismo, acusó directamente a su segundo oficial como responsable del naufragio por no haberle advertido del riesgo.