El Comisario José Villarejo responde al artículo de Fernando Lázaro en 'El Mundo'

La feroz carta de respuesta del comisario ‘más oscuro’ al periodista ‘más amable’

"Si hubieras querido publicar la verdad, solo debías haber preguntado a tus fuentes"

La feroz carta de respuesta del comisario 'más oscuro' al periodista 'más amable'
Un comisario de policía muy peculiar. EM

Lamento que la frivolidad de unos y la inconsciencia de otros, ponga en peligro una red de colaboradores, que se juegan la vida por ayudar a nuestro país

«Es un comisario, pero no tiene comisaría. Es un mando policial, pero no tiene cargo orgánico dentro del estamento. José Villarejo es un veterano policía que se encuentra en ‘servicios especiales'».

«Adscrito a la Dirección Adjunta Operativa, pero realmente no depende de nadie. Hace y deshace. Desde el siglo pasado, aparece relacionado con asuntos de lo más escabrosos, y todos con vinculaciones políticas».

Así describía este 6 de febrero de 2015 el periodista Fernando Lázaro al polícia Jose Villarejo en un largo artículo publicado en El Mundo’ bajo el título «El comisario más oscuro».

     Foto: Fernando Lázaro, a la derecha, junto al politólogo Antonio Golmar en la redacción de Periodista Digital.

Todo, a propósito de la denuncia presentada por Villarejo contra el comisario de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, al que acusándole de fabricar pruebas falsas contra él en el caso del pequeño Nicolás y de realizar investigaciones ilegales para el PP sobre el ex tesorero Luis Bárcenas.

José Villarejo, que empezó a trabajar como agente encubierto ya a finales de los años 80, actúa casi siempre con identidades supuestas y con aspectos físicos que cambia en cada misión.

Actualmente está adscrito a la UNIDAD de INTELIGENCIA que depende directamente del DIRECTOR ADJUNTO OPERATIVO de la POLICIA NACIONAL.

Ha prestado servicios como infiltrado en escenarios casi siempre relacionados con el terrorismo, primero de ETA y desde los últimos 20 años, sobre el fundamentalista islamista, con tareas en Somalia, Irán, Irak, Afganistán, Líbano y Siria entre otros.

Tensiones con otros servicios de inteligencia, así como la tozudez de su conducta que le hace inmune a las presiones, le han granjeado más de un enemigo, como deja patente el reportaje de Fernando Lázaro.

     El reportaje a página completa de Fernando Lázaro sobre José Villarejo, El Mundo, 6 febrero 2015.

En respuesta precisamente al artículo de El Mundo’, el comisario José Villarejo ha escrito una larga carta al periodista Fernando Lázaro. Una carta tan sarcástica como feroz, que reproducimos a continuación:

FERNANDO LAZARO, EL PERIODISTA «AMABLE»

Querido Fernando:

Lamento tener que usar este medio para comunicarme contigo ya que no me coges el teléfono, con lo que conculcas el sagrado deber de todo periodista, de al menos oír las dos versiones de una información antes de publicarla.

Estoy un poco desconcertado con el tono de tu artículo, porque te consideraba amigo y te apreciaba de verdad, es más, no voy a dejar de apreciarte, porque conociéndote, se el mal rato que habrás pasado por escribir al dictado un panfleto, que no sientes.

Son muchas las veces que hemos comido y tomado café e intercambiado datos que han enriquecido la postura de ambos, tú como periodista y yo como policía.

Sabes que te he defendido siempre en tu gremio, cuando te han señalado como uno de los de la lista del fondo de reptiles, que cobra para publicar lo que interesa a los que mandan…, creo que tú no eres de esos.

Como nunca me creí lo de los reptiles, cuando te preguntaba porque no te defendías de lo que tus compañeros decían de ti, siempre me contestabas, prefiero ser un «periodista amable» y quedar bien con todos a quedarme sin trabajo.

Yo bromeaba con el término amable y tú justificabas esa falta de mordiente a que al final los poderosos siempre ganan. Y recuerdo que me vaticinaste que le «cortarían la cabeza al Neveras, por ir de sobrao», en alusión a tu entonces todavía jefe Pedro Jota Ramirez y acertaste…, ¡!menudos dotes premonitorios!!.

Una de las últimas veces que tomamos café en el Torreón de Pozuelo, te acuerdas?, tenías una información muy importante, de un político que había viajado a un país sudamericano y que casualmente, coincidió en el mismo hotel con dos blanqueadores de dinero de la droga y que tus fuentes te habían dicho que la DEA había informado a la policía española, que les llamaba la atención que la estancia de esos sujetos, coincidieran en los mismos días de entrada y salida del político de marras.

Cuando te felicité por ello y te animé a que publicaras, porque la opinión pública debía de saber de ello, me contestaste que querías vivir tranquilo y que no eras un «Serpico» como yo, en alusión al famoso policía neoyorquino, a lo que te contesté que yo también tenía miedo cada día, pero que había que hacer lo que la sociedad esperaba de nosotros o la corrupción nunca acabaría.

Por eso no acierto a comprender, como después de tantas experiencias vividas, de tantos amigos en común, te prestes a escribir que soy el Comisario más oscuro.

Si hubieras querido publicar la verdad, solo debías haber preguntado a «tus fuentes», tal y como tú te refieres a los que todos los días te dan los escritos que reproduces con la apariencia de que son producto de tu «periodismo de investigación».

Cuantas veces coincidimos en la calle Miguel Angel, tu esperando paciente en el banquito del hall de la primera planta, esperando que te digan lo que tienes que publicar.

Solo con haber preguntado a esas fuentes, te habrían dicho que es totalmente falso que se me investigara en el Sumario Emperador. Solo que un policía mezquino que engañó a un ingenuo fiscal, para manipular un escrito y así atacar lo más sagrado del mundo que es la familia y con ello trataron de chantajearme de que imputarían a uno de mis hijos, si seguía investigando ciertas prácticas corruptas…

Tú que me conoces bien, tendrías que haberles advertido a esos delincuentes, que se protegen bajo las sagradas instituciones a las que pertenecen, que esas cosas a mí, lejos de amedrentarme… me incentivan aún más.

Y los intentos de involucrarme torticeramente en Sumarios mediáticos como el de Nicolay o el de unos indios, no me impedirán ponerlos a disposición de la Justicia… porque creo profundamente en la independencia de los jueces…!!Ay de este País, si no fuera por el coraje de nuestros magistrados… que no se amilanan ante tanta presión de los poderosos!!.

Solo soy oscuro, mejor anónimo, ante los delincuentes y creo que mi labor es eficaz desde la discreción… y no existiendo oficialmente.

Y cuando estoy en Líbano fingiendo ser transportista de droga o en Irak de comerciante o en Afganistán simulando ser tratante de caballos, estoy realizando una labor que me apasiona, que es mi vida, que no la cambiaría por nada del mundo… por eso admiro a los periodistas de verdad, que se la juegan, con los que he coincidido en mil escenarios… periodistas de raza, no cronistas de cartón piedra, que engañan al lector, simulando falsa exclusivas.

Lamento que la frivolidad de unos y la inconsciencia de otros, ponga en peligro una red de colaboradores, que se juegan la vida por ayudar a nuestro país, el destapar mis hasta ahora discretas actividades, solo sirve para ayudar a las redes de delincuentes a las que todos los días combato… y salvo que me den el tratamiento del Fiscal argentino, voy a seguir en mi tarea, mientras mis superiores sigan teniendo la misma confianza que han tenido en mí, en los últimos treinta años.

Tranquilo, te he llamado para reanudar nuestras charlas de café, no te preocupes, ya me conoces, soy incondicional con los amigos y combativo con los delincuentes…y creo que tú estás entre los primeros… o no?

Cuídate mucho y sigue en tu confortable cobijo de periodista amable.

PD.– Solo te pido el favor de que me mandes el original del dibujo con el que ilustras tu artículo, aunque no he fumado en mi vida, con el resto no me siento incómodo.

Jose M. Villarejo
Comisario del CNP

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