Admiro la actitud de Irene Villa pero yo no quiero perdonar ni que me nieguen que hayan asesinado a mi familia
Patricia Weisz Friedman es la hija de la única víctima del genocidio que se ha enfrentado a un general nazi: Violeta Friedman. Una mujer que sobrevivió al Holocausto y que no miró hacia otro lado ni se tapó la boca cuando pretendían negar a las víctimas de todo ello.
El pasado martes 14 de julio de 2015, su hija, la presidenta de la Fundación Violeta Friedman, Patricia Weisz Friedman, ha participado en los cursos que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
En él ha dado a conocer el legado de su madre bajo el título de su ponencia: ‘La lucha contra el negacionismo. El legado vigente de Violeta Friedman’, en la que ha dicho que su madre fue una luchadora por la memoria.
Violeta Friedman se reveló contra la negación de las víctimas y fue la pionera en alzar la voz ante el general nazi Degrelle demandándole ante los tribunales por decir que «¡cómo era posible que haya tantos judíos que hayan salido vivos de las máquinas crematorias!».
Unas declaraciones que más tarde Violeta Friedman conseguía que fueran condenadas por lo que se procedió a una modificación en el Código Penal por la que negar el Holocausto en España fuera condenado en este país.
Recientemente hemos visto que el actual concejal de los distritos de El Pardo y Villaverde (Madrid), Guillermo Zapata, se burlaba de las víctimas tanto del terrorismo de ETA, citando a Irene Villa, como de las del Holocausto y ‘justificaba’ sus comentarios argumentando que era ‘humor negro’. Ante ello, Patricia Weisz Friedman argumentaba:
No hay ninguna justificación. Yo no lo llamaría ‘humor’ porque no lo es. Si a mi madre le dijeran que si perdonaría lo que ha hecho, por ejemplo, Zapata, ¿cómo va a perdonar si las cenizas de su familia están en los campos de exterminio? ¿Cómo va a comparar eso con un cenicero? Difícil de perdonar y yo ni concedo que sea humor.
Reconoce que admira la respuesta de Irene Villa a esos mismos comentarios vejatorios:
Admiro la actitud de Irene Villa en todo porque lleva muchos años siendo víctima y porque ha perdonado mucho más. Yo no genero ni quiero transmitir odio pero tampoco quiero perdonar o que me nieguen que hayan asesinado a mi familia.
Explica la importancia de por qué es necesario rebelarse como lo hizo su madre, Violeta Friedman, ante la negación, en su caso, de las víctimas del Holocausto:
Porque ella estuvo 39 años en silencio, de hecho, yo tenía 28 años cuando la oía por primera vez hablar sobre ello, y como todos los supervivientes, no era capaz de hablar. Pero al oír a un nazi que negaba los campos de exterminio y las cámaras de gas donde habían asesinado a sus padres, abuelos y a toda la familia, no pudo quedarse en silencio. Decidió ser una de las voces por todos los que habían callado.
¿Existe unidad entre todas las víctimas del terrorismo, ya sean víctimas del terrorismo yihadista, del de ETA, o del Holocausto?
Lo único común entre todos es que debemos luchar por la educación para que las nuevas generaciones no lo olviden.
El secretario general de la Fundación Violeta Friedman, Ingeniero Superior de Telecomunicación y Traductor Intérprete de Neerlandés, Antonio Domingo Vargas, criticaba el uso por parte de los medios de comunicación que se le da a determinados términos que hieren sensibilidades:
El periodismo o incluso el registro de la propiedad deben eliminar determinadas expresiones que son relacionadas con el nazismo, que en Europa no se utilizan como en España, donde sí se usan con una frivolidad tremenda. Recuerdo a dos artistas de cine muy famosos que hace poco fueron censurados, no por lo que dijeron, sino por usar esas palabras sagradas como lo son: Holocausto, exterminio, cámara de gas, apartheid.
¿Cómo se puede eliminar eso? Que esos periodistas lean y se den cuenta que esas palabras tienen una carga tremenda de significado y que se sea más consciente de lo que uno escribe.
Advertía de la vigilancia rigurosa que se aplicará para perseguir comentarios que dañen a las víctimas de terrorismo:
A partir del 1 de julio con la modificación del artículo 510 de la Constitución puede haber un cambio radical porque la excitación al odio verbal lo condena y es agravante el hecho de que se difunda por medios telemáticos. Si hasta este momento no ha pasado nada, no se ha procesado a Guillermo Zapata y a otros muchos más, quizá tengan cuidado a partir de ahora porque se les puede caer el pelo.
Los personajes públicos y aquellos que reiteradamente sueltan barbaridades, que se anden con cuidado, lo que pasa es que la ley no es retroactiva por lo que no se puede aplicar a lo que hizo o dijo hace años. El problema es que esa persona sigue pensando igual, y de esa lista salvo a Carmena, pero quizá otros merecen más atenciones.