El líder 'abertzale', ex secuestrador múltiple, ha pasado de ser miembro de ETA a ser considerado por sus correligionarios como un "hombre de paz"
El etarra Arnaldo Otegi ha abandonado este martes, 1 de mnarzo de 2016, la cárcel de Logroño a las 08:55 horas ante más de un centenar de personas que le han recibido portando ikurriñas y con gritos de «independencia» y «presos vascos a la calle».
Completamente vestido de negro, lo primero que ha hecho ha sido fotografiarse con su padre y su hijo.
Además de su familia, a la salida le esperaban varios dirigentes abertzales, entre ellos el presidente de Sortu, Hasier Arraiz; el ex diputado general de Guipúzcoa, Martin Garitano; y otros representantes como Joseba Permach o Pernando Barrena.
Entre los congregados estaban también el reo de ETA Josu Zabarte, conocido como ‘el carnicero de Mondragón’.
A las puertas del penal se han apostado efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Compañeros de celda se han despedido de Otegi a través de las ventanas mostrando camisetas de la Real Sociedad. En las redes sociales también hay quienes han celebrado de inmediato la noticia, como Pablo Iglesias, en línea con el discurso de Podemos.
El protagonista de los aplausos y vítores ha declarado que «a pesar de que algunos dicen que no existen, hoy sale un preso político», intentando dar solemnidad al hecho y justificación a sus acciones.
«La paz es el camino, es la apuesta que hicimos. (…) El mejor lehendakari y el mejor alcalde es el pueblo», ha apostillado en un discurso en euskera y castellano.
