El sindicato Manos Limpias puesto en la diana ahora de la Justicia, la investigación policial y la opinión pública, es solo el «cliente» de Virginia López-Negrete, abogada que sentó en el banquillo a la Infanta Cristina como acusación popular, aunque durante algún tiempo aseguraba la letrada ser directora asesora jurídica de Manos Limpias.
Lo explica el periodista de investigación Javier Chicote en ABC, que enumera una serie de ocasiones en las que López-Negrete hablaba del sindicato en otros términos: «sindicato al que represento», «a manos Limpias nos preocupa», «nuestra organización», etc. Chicote apunta también que el sindicato no hacía labores sindicales como tal, sino solamente actividad judicial.
Virginia López-Negrete, que no está en calidad de investigada en este seguimiento de la UDEF a la cúpula de Manos Limpias y Miguel Bernad, su secretario general, acusados de extorsión, sí fue llevada al banquillo por la Fiscalía en una querrella por apropiación indebida de fondos de una cuenta del sindicato por más de 100.000 euros. También lo contó ABC.
La situación de López-Negrete es complicada, tanto en cuanto al devenir de su situación con respecto de la Justicia como por ser parte esencial en el caso Nóos que incluye a la Infanta Cristina.