Dice el adagio que hay que tener amigos hasta en el infierno. Bueno, a veces basta sólo con tenerlos en las instancias judiciales para que una causa se vaya dilatando en el tiempo.
Tal y como cuenta este 2 de junio de 2016 el periódico Okdiario, cuatro jueces amigos de Manuela Carmena; Jesús Fernández Emtralgo, Ramiro Ventura Faci, Luz Almeida y José Luis Sánchez Trujillano, han retrasado notablemente la causa contra su marido, Eduardo Leira, querellado por alzamiento de bienes. En julio de 2015 se recurrió la inadmisión de la querella ante la Audiencia Provincial. Casi un año más tarde sigue sin resolverse.
Cuatro de los cinco magistrados que debían juzgar la continuidad de la investigación se abstuvieron por amistad con Carmena. Tardaron casi un año en declararse parciales en esta causa. El abogado querellante, Emilio Rodríguez Menéndez, ha denunciado «dilaciones indebidas en el procedimiento».
La génesis de esta extraordinaria dilación arrancó el 28 de mayo de 2015. El juez instructor acordaba ese día dar carpetazo a la investigación contra el marido de la hoy alcaldesa de Madrid. La querella rechazada acusaba a Leira de haber practicado un alzamiento de bienes al traspasar su patrimonio a Manuela Carmena para que no pudiera ser objeto de embargo judicial la cantidad que adeudaba a sus extrabajadores.
Un mes más tarde, junio de 2015, el bufete de Rodríguez Menéndez recurrió el archivo de la causa ante la Audiencia Provincial. Debía pronunciarse sobre el asunto la sección 17. Un año más tarde, sigue sin pronunciarse sobre si debe rechazarse o no la querella contra Leira.
El pasado 6 de abril de 2016, el querellante se enteró de que se había quedado sin tribunal para examinar la inadmisión de la causa: cuatro de los cinco integrantes de la sección 17 se declararon incompatibles para tomar una decisión al respecto, dada su amistad con la ex juez Manuela Carmena.
Llegar a la conclusión de que eran amigos de la esposa del querellado les había tomado cerca de un año, un año perdido para la causa y un año que, a tenor del querellante, podría producir prescripciones de los delitos investigados.
No menos significativo del valor de su amistad con Carmena es que ni siquiera estaba citada como querellada. Pero, con su presidente a la cabeza, dedujeron que la actuación judicial podría salpicarla finalmente, ya que la querella se presentaba contra Leira y «cualquier otra persona que la investigación determine haya podido participar, conocer o encubrir cualquiera de los hechos aquí expuestos».
