Nadie en España ha juzgado a tantos menores como el juez Emilio Calatayud, un Salomón de Granada que es justo lo que piensa: a los 17.000 chavales que ha sentado en el banquillo, Calatayud los condena a estudiar, a dibujar un cómic, a limpiar la calle y hasta a vivir sin móvil.
En una magnífica entrevista de Pedro Simón en El Mundo, dejó en su día titulares para dar y tomar:
- Confundir una colleja con un maltrato en este país es una auténtica barbaridad
- Cuando yo tenía cuatro años y eran las dos de la tarde, mis padres: «Niño, cómete la sopa». Y el niño, que soy yo: «No me la como». Pescozón al canto y te comías la sopa. Si no te comías la sopa, te merendabas la sopa. Y si no te merendabas, la sopa te la cenabas.
- A mí no me hacen falta los informes Pisa [para decir que España es el país más bruto]… La sentencia que más me duele dictar (y la suelo dictar 25 veces al año) es condenar a chicos de 15 años que no saben ni hablar, que te contestan «uh», «oh», «ung», pues a esos los condeno a aprender a leer…
- Deberes sí, pero los justos. Los niños tienen que jugar. Y menos actividades extraescolares, coño, que tienen una agenda más complicada que un ministro…
- El primer caso que tuve fue el de dos chavales que mataron al padre junto con la madre y lo emparedaron. No eran profesionales, llegó el verano y aquello empezó a oler… Quizás el más desagradable fue un crío de 14 años que, por celos, cogió a la hija de la novia del padre, de cinco añitos, y la dejó caer a una acequia. A la Guardia Civil le dijo que había perdido a su hermanita y se llevo a los guardias a la otra punta del pueblo. Cuando descubrieron a la niña, se supo que estuvo hora y media luchando por agarrarse y murió de agotamiento, ahogada.
- Te voy a contar algo: tengo internadas a niñas porque un día fueron castigadas sin móvil y ellas maltrataron a sus madres con lesiones graves. Madres con la nariz rota. Y dos con intentos de suicidio por estar sin móvil… Creo que hay que violar la intimidad de nuestros hijos.