Gritaban, «alde hemendik» («fuera de aquí»), es un lema que ETA ordenó en la década de los ochenta a su rama juvenil
El gravísimo ataque a la dos agentes de la Guardia Civil y sus parejas en Alsasua (Navarra) pasa vergonzosamente desapercibido por los columnistas de la prensa de papel, más preocupados por los desatinos del PSOE y sus líos con el PSC que por este preocupante rebrote de la ‘kale borroka’. Después pedirán que se les rescate con subvenciones, pagadas por los mismos ciudadanos a los que desinforman.
El único diario de papel que le dedica un editorial a este lamentable episodio es La Razón que incluso se atreve a enmendarle la plana al director general de la Guardia Civil Arsenio Fernández de Mesa, al decir que «se equivoca» cuando atribuye lo ocurrido a la «irracionalidad» de unos pocos individuos.
El diario de Marhuenda sitúa con acierto lo sucedido en Alsasua como el inevitable colofón de una acción enmarcada en el terrorismo callejero -la vieja «kale borroka» impulsada por ETA en la década final del pasado siglo- que parece haber prendido de nuevo en el norte de Navarra ante la pasividad complaciente de las actuales autoridades forales.
En la información, recuerdan que además lo que gritaban, «alde hemendik» («fuera de aquí»), es un lema que ETA ordenó en la década de los ochenta a su rama juvenil, Jarrai, con la intención de lograr la expulsión de las Fuerzas de Seguridad del País Vasco y Navarra.
Para realizar el informe, los agentes encargados recaban todos los datos posibles y, entre otras cosas, han tomado declaración al teniente, que el sábado fue operado de un tobillo, y al sargento. El primero, que lleva ya dos años destinado en Alsasua, podría haber reconocido a alguno de los agresores y así se haría constar en el citado informe.
Porque lo que viene a decir el diario de Planeta, por si alguno todavía no se ha enterado, es que esta golpiza de los abertzales a dos guardias civiles responde a una acción premeditada enmarcada «en la campaña «día de la huida», que, con una estrategia de intimidación y acoso a la Guardia Civil, pretende que las Fuerzas de Seguridad del Estado se retiren, es decir «huyan», del territorio foral».
Conviene recordar que en Alsasua, donde gobierna una coalición de Geroa Bai y Bildu, es precisamente uno de los puntos calientes de esta campaña, con frecuentes marchas burlescas contra la Benemérita y las instituciones del Estado, y exhibición de pancartas, «ninots» y esculturas que no sólo ridiculizan a la Guardia Civil, al Ejército y a la Jefatura del Estado, sino que suponen una clara política de intimidación que se extiende al resto de los ciudadanos.
Y es penoso que diarios de tirada nacional como el ABC o El Mundo no hayan dedicado ni un editorial a este asunto. Porque fue el diario de Vocento quien en junio de 20016 alertaba de que hechos como estos estaban a punto de cometerse en la localidad guipuzcoana de Oñate.
Alegremente estos sinvergüenzas realizaron el 18 de junio de 2016 una jornada destinada exclusivamente a montar escraches y mostrar su rechazo a los agentes del Instituto Armado que desempeñan su labor en el cuartel ubicado en dicho municipio. —Los proetarras pretenden hostigar de nuevo a la Guardia Civil en Oñate—
Los que hoy se llevan las manos a la cabeza «condenando rotundamente la violencia» como Uxue Barcos no movieron un dedo para evitar estas celebraciones. En 2015 el Gobierno autonómico del PNV no puso trabas a que se celebrara el acto pese a que el colectivo de víctimas del terrorismo, Covite, con su presidenta Consuelo Ordóñez a la cabeza y en las más absoluta de las soledades, se trasladó al cuartel de Oñate, donde mostró su apoyo a la Benemérita ante la intransigencia de los radicales.