No se percibe en ellos ‘dolor’ por sus pecados. Tampoco propósito de la enmienda, aunque tal como ha evolucionado la situación en España, es muy improbable que los matarifes atrras vuelvan a las andadas.
Lo que no tienen claro es que hay que cumplir la penitencia. Presos del EPPK -colectivo de presos de ETA- han comenzado a enviar cartas, de manera individualizada, al lehendakari, Iñigo Urkullu, a la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, y al PNV en las que les piden que, «en la medida de su responsabilidad», hagan «lo necesario» para que termine su «situación de sufrimiento».
En cada misiva -la misma pero con los datos personales de cada recluso que la remite-, los terroristas cuentan en qué cárcel están «deportados», los kilómetros que recorren sus familias para verles y el coste que ello supone.
Además, señalan que la «política de deportación y dispersión que dura casi tres décadas, fue puesta en marcha por el Gobierno del PSOE de entonces, con el apoyo total y la asesoría precisa del PNV».
Además, destacan que, «hoy en día, el Gobierno del PP aún se niega a traer a los presos vascos a Euskal Herria, y no quiere dar por finalizada esa política asesina que castiga a familiares y amigos (más de 400 accidentes, 16 familiares y amigos muertos y decenas de heridos, miles de menores obligados a andar de aquí para allá en la carretera, 20 presos muertos en las cárceles…)».
Por ello, se dirigen a Iñigo Urkullu, a Uxue Barkos y al PNV para pedirles: «En la medida de su responsabilidad, le pido que haga lo necesario para que termine esta situación de sufrimiento».