Los Mossos tenían orden de evitar que se abrieran los colegios electorales y de que se produjeran las votaciones. Pero su actitud durante toda la jornada fue traicionar al Estado que le paga su sueldo. Su labor era la de constatar que los colegios estaban cerrados, detener a los responsables e impedir que se abrieran para que la gente pudiera votar. En su lugar, eligieron la sedición y la desobediciencia.
Esto lo debería explicar Trapero pic.twitter.com/WOvc7jpBgv
— Soc. Civil Catalana (@Societatcc) 5 de octubre de 2017
Como dice La Razón, su labor fue meramente contemplativa. Desobedecieron órdenes, incumplieron con su deber e, incluso, colaboraron con los impulsores del referéndum durante toda la jornada hasta el punto de que al finalizar el horario de votación fueron los propios mossos los que se encargaron de recoger las urnas, custodiarlas y transportarlas en sus propios vehículos para que se pudiera hacer el posterior recuento.
Los independentistas cierran un comercio a la fuerza y los mossos de escuadra lo consienten.
¡Esa es la libertad que quieren para Cataluña!? pic.twitter.com/6Yb46dbXlc— Ruperto Gallardo (@RupeGallardo) 4 de octubre de 2017