Lleva ya un mes recluido, y no pasa un solo día sin que se arrepienta de haber elegido la cárcel de Brieva para cumplir su condena de 5 años y 10 meses. Se siente solo y aislado. Apenas se relaciona con los guardias de cada turno, sale al patio en solitario y pasa cada jornada leyendo, haciendo deporte y viendo la televisión. Su estado anímico es deplorable y se han encendido todas las alarmas. (El corte de mangas del hijo mayor de Urdangarin que deja a la infanta Cristina hecha un trapo).
El abogado de Iñaki Urdangarin, Mario Pascual Vives, segura que su cliente «no está bien», «en pésimo estado», y advierte que prepara, junto a otro abogado un recurso que permita sacarle de prisión lo antes posible alegando la vulneración de ciertos derechos fundamentales, –como la presunción de inocencia-, y la poca consistencia en lo que se refiere al presunto tráfico de influencias.
Al parecer no se trata de un cambio de abogado, sino de la formación de un equipo que elabore una nueva estrategia procesal.
En este tiempo que lleva recluido, Urdangarin ha recibido una visita de la infanta Cristina y otra de su hijo mayor, acompañado de la infanta Elena. Además, le han visitado en la cárcel algunos de sus hermanos.
Según las fuentes consultadas, algunos de los miembros de su familia aconsejaron al exduque que optara por una cárcel de Cataluña o la alavesa de Zaballa. Cabe recordar que en Vitoria viven su madre y varios de sus hermanos.
