Los golpistas Jordi Sànchez y Jordi Turull, diputados de Junts per Catalunya y presos en la cárcel de Lledoners (Barcelona), han comunicado este 1 de diciembre de 2018 a la dirección del penal que inician una huelga de hambre cuya duración no han determinado.
Los internos que desean tomar una medida de protesta de estas características deben comunicarlo a la dirección de la prisión y precisar si se trata solo de una huelga de hambre y de sed o solo de hambre.
Los separatistas catalanes encarcelados en Lledoners se han hecho por primera vez una foto juntos en la prisión (La sucia artimaña de Sánchez para facilitar que los golpistas encarcelados se vayan de rositas ).
En un posado conjunto para los suyos, se puede ver a Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart, Raül Romeva, Josep Rull, Joaquim Forn y Jordi Turull en un patio de la cárcel, en una instantánea captada con un dispositivo prohibido en un centro penitenciario (El País se esconde en un artículo de Pablo Iglesias para masacrar a Felipe VI y hacerle un guiño a los golpistas).
Los siete políticos presos se muestran sonrientes ante la cámara, en la primera y única imagen de los líderes del procés encarcelados en Lledoners antes del inicio del juicio, que empezará en las próximas semanas en el Tribunal Supremo (Rufián, ‘Echeminga’ y Dani Mateo… La doble moral de la izquierda radical y los golpistas censurando como hacía el franquismo).
Joan Guirado de OKdiario, citando fuentes del Ministerio del Interior, avanza que su traslado a cárceles de Madrid se hará de forma inminente.
Los investigados por rebelión preparan distintas acciones reivindicativas, según ha podido saber este diario.
Por ejemplo, el líder de La Crida y ex presidente de la ANC Jordi Sànchez hará una huelga de hambre para criticar el juicio al que va a ser sometido por su papel durante el asedio a la sede de Economía el 20 de septiembre de 2018.
El resto de presos como Junqueras, Romeva, Cuixart, Rull, Turull o Forn también harán acciones reivindicativas individuales, aunque en principio no secundarán la huelga de hambre de Sánchez.
Algunos de ellos, según fuentes de su entorno, se negarán a salir al patio de la prisión o no acudirán a las actividades que se celebren o a los espacios comunes del centro penitenciario.
