La imagen está haciendo furor. El Padre Ángel, ese religioso que está siempre pendiente de hacerse la foto de oportunidad, la última con los inmigrantes ilegales que llegaron en junio de 2018 al puerto de Valencia en la expedición del Aquarius, ha vuelto a quedar retratado.
El párroco, reconvertido en una ONG itinerante, se ha fijado en que la moda es ahora ir de antifranquista por la vida y se ha sumado al debate sobre la exhumación de los restos de Franco y, por supuesto, estar a favor de que lo que quede en la tumba del dictador sea expulsado del Valle de los Caídos.
El problema para el Padre Ángel es que hace ya unos cuantos años y unas cuantas décadas no tuvo problema alguno en reunirse con Franco para pedirle unos dineros para un orfanato. Entonces, qué curioso, el rejo antifranquista no le salía por ningún lado. ¡Menuda moral de corcho del religioso, capaz de flotar en todas las aguas, sean de la ideología que sea!
Pues aquí está el Padre Ángel el cual se suma a la moda de querer profanar la tumba del Caudillo. Maldita hemeroteca, aunque siempre podrá decir y le creerán,que fue obligado. El entusiasmo de la Foto no lo parece,pero…gracias @ipeutrera por la Foto. pic.twitter.com/ZchsED5gz9
— Fundación F. Franco (@FNFFranco) 24 de julio de 2018