Suena a chiste, pero es la hipótesis más plausible que se baraja en estos instantes sobre las razones que llevaron a la habitualmente tierna y sosegada Inma a coger el rodillo de amasar y aprovechando que este dormía profundamente la sietsa, matarlo a golpes en la cabeza y después apuñalarlo con saña: le había quitado el teléfono móvil (Inmaculada Rodríguez, la dulce limpiadora que mató a su marido con el rodillo de cocina)..
Ella se llama Inmaculada Rodríguez y es un mujer de 42 años, amable, cordial y fornida, un poco metida en carnes, que trabajaba como limpiadora en un hotel de Sancti Petri.
El se llamaba Abraham Bernal, era el marido y dormía la siesta tan pancho en su casa, en el número 61 de la Calle Pedro I de Chiclana. No había denuncias previas, no escucharon gritos y no supieron nunca de problemas graves entre ellos.
La pareja tenía dos hijos, de 10 y 7 años, que en ese momento se encontraban en casa del abuelo paterno.
Todo ocurrió a media tarde, este 26 de septiembre de 2018 y los vecinos de la barriada Huerta del Rosario, una zona de unifamiliares adosados, todavía no se lo creen.
Inma ‘la dulce’ está en prisión desde este jueves y la investigación de la Guardia Civil se centra ahora en desentrañar que sucedió en las últimas horas y los últimos días dentro de la casa. La homicidad todavía no ha prestado declaración.
Según Andros Lozano de ‘El Español’, para desvelar el misterio, es esencial retroceder hasta el viernes 21 de septiembre, cinco días antes del suceso. Ese día, Inmaculada Rodríguez no tiene que ir a trabajar al hotel situado a las afueras de Chiclana en el que se emplea como limpiadora desde hace varios años durante las temporadas de verano.
A las 8.21 horas de ese día, Inmaculada se conecta al Whatsapp de su teléfono. No se sabe si recibe un mensaje, lo envía ella o está repasando una conversación del día anterior.
Lo cierto es que ya no vuelve a usar más esa aplicación de mensajería instantánea, como demuestra la captura de pantalla que aparece en la parte superior de la foto que abre este reportaje.
Sólo vuelve a descolgar una llamada de teléfono en torno a las 16.30 horas de este pasado miércoles, cuando todo apunta, explica un funcionario de la Guardia Civil, que a esa hora ya lo ha matado.
¿Por qué? ¿Qué ha pasado en el transcurso de esos cinco días? Sólo Inmaculada sabe la verdad, pero una de las razones podría ser que su marido le hubiera quitado el móvil durante todo ese tiempo, el transcurrido entre las 8.21 horas del viernes 21 de septiembre y las 16.30 horas del miércoles 26.
Tras su detención, Inmaculada insistió en que todo había empezado con una pelea con su pareja y que, tras ella, Abraham se marchó a dormir la siesta. Un vecino ha contado a los investigadores que sobre las 15 horas escuchó una fuerte discusión.
Antes de ingresar en la prisión de Puerto III (El Puerto de Santa María, Cádiz), a Inmaculada Rodríguez se le realizó un exhaustivo examen médico. No se le encontraron heridas recientes, apunta Diario de Cádiz.
Este periódico también explica que, debido a una posible mala racha económica y sentimental de la pareja, los dos hijos de Inmaculada y Abraham llevaban un tiempo viviendo con sus abuelos paternos.