Los testigos ajenos a la víctima ya lo dejaron claro en su día: el ultraizquierdista y antisistema Rodrigo Andrés Lanza Huidobro, -nieto de un militar de la cúpula del dictador chileno Pinochet y en prisión preventiva por la muerte en Zaragoza de Víctor Laínez en la madrugada del 8 de diciembre de 2017-, a las puertas de un bar, golpeó a su víctima a patada limpia cuando ya estaba inconsciente en el suelo, causándole traumatismos faciales y craneales. (El fiscal pide 25 años para el podemita que asesinó a un hombre por llevar tirantes con la bandera española).
El exlegionario Víctor Laínez salió de un bar de Zaragoza y fue golpeado en la cabeza con una barra de hierro y pateado por llevar unos tirantes con la bandera de España. Ha fallecido este mediodía, pero no era de izquierdas ni separatista, así que no le importa a nadie. pic.twitter.com/xu5drK6VmA
— Mi otro yo ?? (@Miotroyo2parte) 12 de diciembre de 2017
Atacado por la espalda por llevar unos tirantes con la bandera española, nada pudo hacer el infortunado hacer para defenderse, a pesar de que el acusado para quien ase piden 25 años de cárcel aseguró que éste le había atacado con una navaja, arma blanca que no ha aparecido por ninguna parte. (Dos testigos confirman que ‘Okupa’ Lanza mató a Víctor Laínez por llevar tirantes con la bandera de España).
Ahora, con toda la cara del mundo, Lanza pide ser absuelto, alegando que actuó de tal guisa borracho como una cuba, por motivos «nada políticos» y a causa de que sufrió una «reacción en cortocircuito que anuló su voluntad».(La madre del asesino Rodrigo Lanza se queja ahora de que su hijo tiene una celda muy pequeña).
Así figura en el escrito presentado por su abogada defensora, tal y como da cuenta ‘Heraldo’, letrada que apela a las eximentes para su cliente de trastorno mental transitorio, miedo insuperable, legítima defensa e influencia del alcohol.
Así explica el ‘okupa’ cómo dejó tetrapléjico a un guardia antes de matar al motero por sus tirantes rojigualdos
El podemita de turno, que tuvo que cumplir años atrás condena de prisión por haber agredido y dejado tetrapléjico a un guardia urbano de Barcelona de una pedrada, ha sostenido siempre que la mortal agresión fue en legítima defensa. (Así explica el okupa cómo dejó tetrapléjico a un guardia antes de matar al motero por sus tirantes rojigualdos).
La autopsia evidenció brutalidad y ensañamiento en la agresión: apuntó a que la víctima había sido atacada por la espalda y que no se defendió. Sufrió una fractura ósea en la cabeza, «con hemorragia y afectación del tejido cerebral», una lesión potencialmente mortal que se vio agravada porque el hombre, tras caer desplomado al suelo, fue golpeado reiteradamente en la cabeza.
Desde la cárcel distribuyó un comunicado difundido por su madre, Mariana Huidobro, y por colectivos de ultraizquierda, en el que cargaba contra el Estado y se consideraba como la víctima de un supuesto montaje contra él.
Llegó a referirse al sistema democrático español como
«un Estado que promueve el fascismo, el racismo, la homofobia y un largo etcétera».
José María Rodríguez es redactor en Periodista Digital. @JMRMontero
¿Por qué no aplaudió el alcalde de Zaragoza tras el minuto de silencio por Víctor Láinez?