Andreu Van den Eynde, defensor de Oriol Junqueras y a la sazón de Raúl Romeva, pretendía este miércoles 27 de febrero de 2019 pasar a los anales de la historia jurídica como ejemplo de profesionalidad y buen tino, valiéndose para ello de la comparecencia del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Sáenz de Santamaría ‘se merienda’ al abogado de Junqueras que intentaba hacerle el lío validando la república ficticia en la que creen.
Pero le han dado la del pulpo, y le han condenado, quizá y de por vida, al ostracismo en su carrera por sustentarse en unos argumentos que hacen agua por todas partes, ante unos ‘navegantes’ políticos más que bregados y que no se valen de demagógicas artimañas que no conducen nunca a buen puerto. Un abogado de los golpistas intenta tener su minuto de gloria con Rajoy y acaba hecho fosfatina.
El anterior jefe del Ejecutivo español ha sido el principal encargado de dejarlo para el arrastre, -cosa que también ha hecho con Jordi Pina, letrado de Josep Rull, Jordi Turull y Jordi Sánchez-, tras haberle puesto las banderillas al primer mentado el presidente del tribunal, Manuel Marchena, quien ya hizo lo propio con Francesc Homs tras haberle ‘cortado las dos orejas’ horas antes Soraya Sáenz de Santamaría.
Andreu Van den Eynde quedó listo para sentencia cuando preguntó a Rajoy
«qué objetivo tenían los 6.000 policías nacionales cuando los mandaron a los puertos catalanes».
Y por ende si
«usted pudo ver por la televisión o los periódicos digitales las lesiones que se causaron a los votantes».
El aludido lo dejó planchado. La primera cuestión fue respondida: «para atender una situación de dificultad y por si era necesaria su intervención», y la segunda fue la tumba para todas las defensas de los golpistas:
«Si no se hubiera llamado a la gente a un referéndum ilegal y si no se hubieran tomado decisiones quebrantando la legalidad vigente, ni usted ni yo ni nadie de los aquí presentes hubiéramos tenido que ver las lesiones que tuvieron algunas personas, y alguno miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del estado. Eso es lo importante, créame que eso es lo importante».
Marina Roig, abogada de Jordi Cuixart, ya se había encargado momentos antes de pasar un vídeo de 50 segundos grabado por TV3 en un colegio electoral, donde los agentes no tuvieron más remedio que repartir estopa.
Pero ni por esas les sonó la flauta a los cantamañanas que defienden a los acobardados golpistas.
Maravilloso alto que le da Marchena a Tardá por ser tan insolente de querer hablar catalán en el juicio
