Pinchazo del independentismo catalán en Madrid.
Viven los golpistas, sus cómplices y compañeros de viaje en una realidad paralela.
Los convocantes, -Asamblea Nacional de Cataluña (ANC) y Omnium Cultural, entre otras organizaciones- esperaban 50.000 manifestantes y han tenido la caradura de cifras en 120.000 los asistentes a la manifestación, para reivindicar el ‘procés’ y el derecho a la autodeterminación, así como criticar el juicio en el Tribunal Supremo a los golpistas presos.
Los ‘indepes’ contaron 120.000 personas y fuentes de la Policía abrían los ojos como platos y hasta se reían:
«Entre 15.000 y 18.000, no más».
Menos de los hinchas culés que se movilizan para cualquier Real Madrid-Barça.
Si se hacen trampas hasta en su primera manifestación en Madrid, qué no harían con el 1-O, donde podía votar cualquiera y todas las veces que quisiera.
Como subraya Alberto D. Prieto en ‘El Español’ este 17 de marzo de 2019, la pequeña diada de Madrid, de formas grandilocuentes, fracasó en números y en contenido.
¿Que frente al Ayuntamiento de la capital del país que te oprime puedes montar un escenario con lemas contrarios a su Constitución? Pues Torra reflexiona en alto sobre esa España «que no admite los derechos de sus habitantes». ¿Que se celebra la marcha en calma y sin un solo incidente a pesar de reunir proetarras, secesionistas de toda región, banderas republicanas y lemas ofensivos para los poderes del Estado? Pues Cuixart envía un mensaje desde la cárcel entonando el «no pasarán» guerracivilista.
Porque ésa es otra. Pocos reos de la Justicia tienen tan a mano micrófonos, megáfonos y letra impresa para ejercer su libertad de expresión como los de Lledoners.
En el acto central de la protesta intervinieron, entre otros, representantes del Sindicato Andaluz de Trabajadores y el padre de uno de los abertzales de Alsasua condenados a penas de 2 a 13 años de cárcel por la agresión a dos guardias civiles y sus novias en 2016.
«Uno de octubre, ni olvido ni perdón»; «este juicio es una falsa»; «hemos venido a despedirnos» o «prensa española, manipuladora» fueron algunas de las consignas más repetidas durante la manifestación, en la que las banderas más repetidas eran las ‘esteladas’ y la de morada de Izquierda Castellana.
También se vieron pancartas con lemas como «no pasarán», «no hay justicia» y «libertad presos políticos».
En la cabecera se encontraban el xenófobo presidente de la Generalitat, Quim Torra, el expresidente Artur Mas y varios de los actuales miembros del Govern, entre ellos Elsa Artadi, así como el presidente del Parlament, Roger Torrent.
También había diferentes políticos de partidos independentistas catalanes como Gabriel Rufián, Joan Tardá, Josep Lluís Cleríes.
En declaraciones a la prensa, Torra se ha dirigido de forma genérica a España para pedirle que escuche «los gritos de la libertad» y que aproveche la manifestación para preguntarse «en qué ha fallado para que tanta gente esté apelando el derecho de la autodeterminación».
Por parte de los Comunes, la marca de Podemos en Cataluña, el representante ha sido Gerardo Pisarello, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona que preside Ada Colau.
Han respaldado el acto representantes de sindicatos como el SAT, de partidos como EH Bildu o plataformas como Altsasu Gurasoak, que apoya a los condenados por agredir a los guardias civiles en Alsasua en 2016.
La periodista Patricia López ha abierto las intervenciones con un minuto de silencio por las víctimas del atentado «neonazi» en Nueva Zelanda. Durante ese momento, se ha oído a una persona gritar «viva España», lo que ha merecido alguna leve reprobación de los manifestantes.
«No vamos a renunciar jamas al derecho a la autodeterminación ni a los derechos civiles».
Antes de comenzar sus discursos la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y el vicepresidente de Omnium Cultural, Marcel Mauri, se ha proyectado un vídeo del juicio en el Tribunal Supremo a los líderes del ‘procés’ acusados de los delitos de rebelión, sedición y malversación.
Los manifestantes han vitoreado las frases de los presos preventivos y han abucheado los cortes en los que aparecían los fiscales.
A las 17.00 horas, una decena de alcaldes independentistas ha cantado vara en mano el himno del Segadors en el edificio de la Bolsa y luego han recibido el aplauso de las cientos de personas que se amontonaban en la cabecera de la manifestación, que lleva por lema ‘La autodeterminación no es delito. Democracia es decidir’.
Unos 500 policías han velado por la seguridad de la manifestación en Madrid, que se ha desarrollado ante la indiferencia de los madrileños y sin incidentes.