El exdirector de la revista Interviú y exnúmero dos de Comunicación de Moncloa, Alberto Pozas, anda ‘cagado’ (El ex vicedircom de Sánchez que pasó a Villarejo lo de los ‘azotes’ a Mariló, mantiene relación con Moncloa).
Pozas, que dimitió como director general de Información Nacional de Moncloa tras verse implicado en el presunto espionaje a Pablo Iglesias, ha explicado este 6 de mayo de 2019 por qué entregó al excomisario José Villarejo el «pendrive» con los datos extraídos del móvil de la asesora de Podemos (Villarejo amenaza desde prisión con revelar con detalles el ‘turismo sexual’ de jueces y fiscales en Colombia).
El exvicedircom de Pedro Sánchez, para quien los fiscales del caso no han pedido ningún tipo de medida cautelar, ha precisado, ya como imputado, el motivo por el que Villarejo obtuvo de él ese lápiz de memoria, si bien al estar secreta esta investigación las fuentes consultadas no han precisado más detalles (Pedro Villarejo, el hermano ‘santo’ del comisario Pepe Villarejo).
Ha venido a decir en sede judicial, ese escenario en el que el siniestro Villarejo parecía moverse como pez en el agua, que el ahora encarcelado y en desgracia era quien manejaba el cotarro para justificar por qué le entregó un dispositivo electrónico con el volcado del teléfono de Dinna Bousselham, asesora de Pablo Iglesias en el Parlamento Europeo.
Dicho pendrive, que contenía conversaciones entre miembros de Podemos y fotografías íntimas de la joven, entre otros contenidos confidenciales, llegó a la revista (El espionaje del BBVA lo ejecutó Villarejo usando medios de la Policía Nacional y cobro 11 millones por ello).
Además ha señalado a otra persona que estaría implicada en este caso, lo que podría derivar en una nueva imputación, según han indicado las citadas fuentes sin aportar la identidad de la persona mencionada.
Durante su declaración, que se ha prolongado casi dos horas, Pozas, que ya compareció el 8 de abril como testigo, ha relatado que el material extraído del móvil de la asesora de Podemos Dina Bousselham llegó a la redacción de Interviú en un sobre de forma anónima e informó de ello al presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio.
En su comparecencia como testigo, Pozas explicó que consideraron que esos datos no eran publicables y que fue él quien facilitó a Villarejo el «pendrive» con la copia de los datos del teléfono de Bousselham y que fue hallado en el registro de la casa del excomisario.
De este modo, el excargo de Moncloa ratificaba la versión que prestó el propio Villarejo al respecto cuando declaró como investigado por esta causa y dijo que fue Pozas quien le entregó el lápiz de memoria, una constatación que derivó en la imputación del periodista por presunta revelación de secretos.
Con el contenido del «pendrive», según la declaración del excomisario, Villarejo elaboró un informe que elevó a sus superiores y en el que señalaba que el contenido del dispositivo carecía de «interés policial», por lo que lo archivó, como hacía con todos sus trabajos.
Además de Villarejo y Pozas, por este caso también ha declarado el presidente del grupo Zeta, Antonio Asensio, al que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, apuntó en su declaración como perjudicado por estos hechos como la persona que le entregó la tarjeta del móvil sustraído a su asesora, Dina Bousselham, según adelantó El Independiente.
La sustracción del móvil se produjo en los meses previos a las negociaciones para formar Gobierno en 2016 y se investiga si el robo del teléfono está relacionado con un presunto espionaje al partido de Iglesias.