Dice un viejo refrán español que ‘poco dura la alegría en la casa del pobre’ y es verdad, pero a la vista del panorama, podriamos ampliarlo a otras clases sociales, porque tampoco se prolonga demasiado en la mansión del rico. Al menos en la de algunos.
El primer permiso penitenciario de Iñaki Urdangarin ha llegado a su fin.
El exduque de Palma se encuentra desde la 4 de la tarde de este 28 de diciembre de 2019 en Brieva, Ávila, para continuar cumpliendo su condena de seis años y medio de cárcel por prevaricación, fraude a la Administración, tráfico de influencias y delitos contra la Hacienda Pública.
Ha retornado Urdangarín a la cárcel cuatro horas largas antes de que expirase el plazo y tras recorrer en coche los 376 kilómetros separan Vitoria de su cárcel.
Tres horas y veintiséis minutos de recorrido en coche que la infanta Cristina (54 años) e Iñaki Urdangarin (51) han aprovechado al máximo para disfrutar de su mutua presencia y despedirse hasta el próximo permiso penitenciario de él.
Este sábado a primerarísima hora de la mañana el matrimonio se subía a su coche para poner rumbo a Ávila. La hermana del Rey ha sido la encargada de ponerse al volante y Urdangarin ha ejercido de copiloto para estar el mayor tiempo posible junto a su esposa y su única familia ya en este viaje de vuelta a la realidad.

Iñaki Urdangarin.
Y es que, según lo estipulado, debía regresar al centro penitenciario de mujeres de Brieva antes de las 8:40 horas de este sábado
Iñaki ha pasado la Nochebuena y el día de Navidad con su familia en la vivienda de su madre, Claire Liebaert, en Vitoria, adonde llegó a última hora de la tarde del martes 24 de diciembre.
En enero de 2020, Urdangarín podrá solicitar un tercer grado que cambie sus condiciones de forma radical: volvería a prisión solo a dormir de lunes a jueves, o incluso podría cumplir la pena desde casa.
La siguiente fecha marcada en el calendario es septiembre de 2022.
Desde ese momento podrá solicitar la libertad condicional.